LLENAR EL DEPÓSITO DE GASOLINA CUESTA YA 20 EUROS MENOS QUE HACE UN AÑO.
GRANADA HOY
El precio medio del diésel en la provincia
ha caído cerca de 60 céntimos por litro desde enero de 2015 Las
estaciones de servicio perciben un notable incremento del consumo
La tradicional cuesta de enero que sufren las economías
familiares está condicionada este año por la caída en picado del precio
de la gasolina. La diferencia respecto al mismo mes de 2015 es
considerable, pues de media el repostaje del coche con gasóleo A cuesta
mucho más barato, una bajada que también repercute en que las tarifas
del transporte de viajeros no se hayan incrementado. Este respiro para
los bolsillos de los granadinos se puede cifrar en unos 20 o 22 de euros
cada vez que se llena un depósito de 50 litros.
A principios del año pasado, los monolitos de las estaciones de servicio en la provincia marcaban un pico de 1,47 euros por litro. Actualmente, está fijado en unos 0,91 céntimos, por lo que se ha producido un descenso de casi 60 céntimos en el último año. Incluso, en muchas gasolineras repartidas por el Área Metropolitana, las cercanas a polígonos industriales y las ligadas a centros comerciales de la capital, los surtidores están llegando a marcar precios del diésel por debajo de los 80 céntimos, lo que para el consumidor es una auténtica ganga si se compara con años precedentes.
Para entender esta caída pronunciada hay que observar el comportamiento del barril de Brent, el petróleo que se extrae del Mar del Norte y que se utiliza como referencia para la gasolina en los mercados europeos. El mes pasado, la cotización de Brent cayó por debajo de la barrera de los 40 dólares por primera vez desde 2009. Esa marca era la constatación de los indicios económicos que venían reflejando una caída importante de la gasolina. Así las cosas, el crudo de Brent está inmerso en un sube y baja constante propiciado por los acontecimientos de los mercados y las economías internacionales. Hace una semana, el 20 de enero, llegó a marcar su pico más bajo de 27,3 dólares, y a día de hoy se ha estabilizado en los 31 dólares.
"La gente se está animando y está consumiendo más ya desde el año 2015, hay más movimiento", explica Manuel Alcántara, presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio. Este incremento del consumo ligado a la caída de los precios ha hecho que mejoren ligeramente los beneficios de las gasolineras granadinas. No obstante, Alcántara reconoce que la gasolina está en unos límites, en los que no es conveniente que baje más. "Al final, el Gobierno acaba perdiendo recaudación de impuestos por la gasolina y los acaba cobrando por otro lado", afirma. En este momento, los españoles reciben la gasolina antes de impuestos un 14% más cara que en el resto de la Comunidad Europea, aunque finalmente cuentan con un producto más barato ya que la carga impositiva que cobra el Gobierno es un 9,9% menor que en el resto del continente.
Respecto a los problemas del sector de las estaciones de servicio, el presidente provincial recuerda que la Junta de Andalucía tiene la deuda pendiente de perseguir las 'gasolineras fantasma', que son aquellas en las que el usuario se sirve el combustible en su vehículo al estar desatendidas y que están prohibidas bajo el real decreto 537/2004 del Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) del 23 de noviembre. Alcántara confirma que Granada es una de las provincias andaluzas que más está sufriendo está lacra para el empleo y que, según él, también perjudica a los ciudadanos que "salen perdiendo al ver recortados sus derechos".
A principios del año pasado, los monolitos de las estaciones de servicio en la provincia marcaban un pico de 1,47 euros por litro. Actualmente, está fijado en unos 0,91 céntimos, por lo que se ha producido un descenso de casi 60 céntimos en el último año. Incluso, en muchas gasolineras repartidas por el Área Metropolitana, las cercanas a polígonos industriales y las ligadas a centros comerciales de la capital, los surtidores están llegando a marcar precios del diésel por debajo de los 80 céntimos, lo que para el consumidor es una auténtica ganga si se compara con años precedentes.
Para entender esta caída pronunciada hay que observar el comportamiento del barril de Brent, el petróleo que se extrae del Mar del Norte y que se utiliza como referencia para la gasolina en los mercados europeos. El mes pasado, la cotización de Brent cayó por debajo de la barrera de los 40 dólares por primera vez desde 2009. Esa marca era la constatación de los indicios económicos que venían reflejando una caída importante de la gasolina. Así las cosas, el crudo de Brent está inmerso en un sube y baja constante propiciado por los acontecimientos de los mercados y las economías internacionales. Hace una semana, el 20 de enero, llegó a marcar su pico más bajo de 27,3 dólares, y a día de hoy se ha estabilizado en los 31 dólares.
"La gente se está animando y está consumiendo más ya desde el año 2015, hay más movimiento", explica Manuel Alcántara, presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio. Este incremento del consumo ligado a la caída de los precios ha hecho que mejoren ligeramente los beneficios de las gasolineras granadinas. No obstante, Alcántara reconoce que la gasolina está en unos límites, en los que no es conveniente que baje más. "Al final, el Gobierno acaba perdiendo recaudación de impuestos por la gasolina y los acaba cobrando por otro lado", afirma. En este momento, los españoles reciben la gasolina antes de impuestos un 14% más cara que en el resto de la Comunidad Europea, aunque finalmente cuentan con un producto más barato ya que la carga impositiva que cobra el Gobierno es un 9,9% menor que en el resto del continente.
Respecto a los problemas del sector de las estaciones de servicio, el presidente provincial recuerda que la Junta de Andalucía tiene la deuda pendiente de perseguir las 'gasolineras fantasma', que son aquellas en las que el usuario se sirve el combustible en su vehículo al estar desatendidas y que están prohibidas bajo el real decreto 537/2004 del Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) del 23 de noviembre. Alcántara confirma que Granada es una de las provincias andaluzas que más está sufriendo está lacra para el empleo y que, según él, también perjudica a los ciudadanos que "salen perdiendo al ver recortados sus derechos".
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