EL AYUNTAMIENTO DE MOTRIL INICIA UN PLAN DE CONTROL DE ORUGA PROCESIONARIA.
FARO DE MOTRIL
Se utilizan trampas ‘Koppert’, completamente naturales, sin ningún tipo de químico, por lo que es inocua para personas y animales
El buen tiempo vivido este invierno y las altas temperaturas que se
han registrado en la costa han ocasionado que los montes y los espacios
públicos ajardinados se han llenado de orugas procesionarias, un insecto
que, según los expertos, es una de las mayores plagas en España durante
los meses que abarcan de febrero a abril.Además, esta especie es dañina para las personas que las tocan y, sobre todo, muy tóxica para los animales de compañía por lo que hay que tener cuidado.
“Las procesionarias del pino tienen un mecanismo de que consiste en una especie de pelillos afilados, casi como dardos, que se extienden por todo el cuerpo recubriéndolo. Cuando se sienten amenazadas sueltan esas flechas que al contacto la piel producen dermatitis, lesiones oculares y fuertes reacciones alérgicas o urticaria”, ha explicado la edil de Parque y Jardines Gloria Chica quien ha informado que, desde el área, se ha activado un plan especial para controlar la plaga que se extiende por algunas zonas de Motril.
“La concejalía de Parque y Jardines ha elaborado una estrategia de actuación con la que intentar el control de la procesionaria así como atajar el problema en la medida de lo posible. Para ellos ha se empleado un sistema de captura de la oruga mediante bolsas trampa que resulta mucho más eficaz que la simple fumigación, además de menos invasiva para los pinos, principal foco de nidos de esta especie en nuestra zona”, ha indicado.
Operarios del área están llevando este plan de control mediante la utilización de trampas ‘Koppert’. Consiste en un collar que se ciñe al tronco del árbol y que va equipado con una bajante conectada a una bolsa de plástico que contiene tierra de la zona.
Al descender por el tronco, las orugas se topan en su camino con el collar y son reconducidas hacia la bajante. Finalmente, su instinto hace que se introduzcan voluntariamente en la bolsa de plástico para enterrarse e iniciar su metamorfosis.
Chica ha subrayado que este mecanismo es completamente natural, no utilizando ningún tipo de químico, por lo que es inocua para personas y animales.
“Las bolsas están especialmente diseñadas para zonas verdes, parques públicos y áreas al aire libre donde se puedan encontrar pinos. Desde el pasado viernes se han instalado trampas cerca del Hospital Comarcal Santa Ana y del C.E.I.P Reina Fabiola y proximidades pero esperamos poder instalar más cuando el fuerte viento cese”, ha concluido la concejala de Parques y Jardines.
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