CONFLICTOS HIDRICOS CERVANTES LLAMAS MADURGAS EFE: VERDE
Hace cuatro años el Observatorio del Agua de la
Fundación Botín publicó dos libros sobre los conflictos hídricos
en España. Uno en el año 2013, relativamente extenso, con 325
páginas, en inglés con el título “Wáter,
Agriculture and the Environment in Spain: Can we Square the Circle?”.
El otro, más breve con 89 páginas en el año 2012, en español y
con el título en “El
Agua en España. Bases para un futuro pacto del agua en España”.
Ambos
libros se pueden descargar gratis de la web del Observatorio del
Agua.
A lo largo de estos casi cuatro años he intentado
sin éxito, organizar una presentación-debate sobre estas dos
publicaciones en la Asociación o en el Colegio de Ingenieros de
Caminos. Únicamente hace pocos días se me comunicó que el 27 de
septiembre la Asociación organizaría una sesión con el título
.”EL AGUA. EL FUTURO QUE QUEREMOS”. En dicha sesión
intervinieron unos diez ponentes, uno de ellos el actual Director del
Observatorio del Agua.
El diario ABC convocó un foro del agua hace tan
sólo unas semanas, en cuya primera parte intervinieron los
representantes políticos de cinco Autonomías. En sus intervenciones
quedó de manifiesto que todavía se esta lejos de conseguir ese
deseado pacto del agua, del que se trata en las dos mencionadas
publicaciones del Observatorio del Agua.
La lectura de un delicioso y profundo artículo,
titulado “El
Quijote, una escuela de dialogo”, escrito por
M.Fazio y publicado el 12 de abril de este año en La Nación de
Buenos Aires, me ha impulsado a ocuparme de nuevo del tema pero
con una perspectiva algo diferente.
Fazio hace ver como la amistad de un loco egregio,
D. Quijote, con su fiel escudero, Sancho Panza, un analfabeto lleno
de sentido común, produce una mutua y variada influencia que abarca
desde la visión de la vida a la forma de hablar. El gran acierto de
Cervantes es hacer que D. Quijote y Sancho sean inseparables. D.
Quijote a solas habría sido un alucinado. Sancho, el más vulgar de
los hombres. Juntos son gloriosos. Se corrigen los excesos, se
compenetran y sobre todo se escuchan.
Agua poliédrica
Alguien ha escrito que “el agua es poliédrica”,
es decir, que presenta múltiples y variadas facetas: geológicas,
biológicas, económicas, ambientales, sociales, éticas, religiosas
y otras . Con frecuencia en los debates sobre los conflictos hídricos
no se llega a acuerdos debido a que los que discuten están tratando
de facetas diferentes del agua. Quizás por ello, desde hace ya un
par de decenios, se habla de la necesidad de la Gestión Integrada de
los Recursos Hídricos. Ahora bien, esa gestión integrada no solo
requiere la intervención de especialistas en distintas disciplinas.
Requiere de modo principal que esos expertos tengan capacidad de
dialogo, de escuchar y entender posturas distintas y aún opuestas a
la suya. Y esto no es fácil.
Quizás valdría la pena intentar de nuevo este
dialogo. Posiblemente esta vez podría tener la forma de un
relativamente extenso Foro o Seminario organizado por La Real
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, con la
colaboración de la Real Academia de Ciencias Economcas y Financieras
de Barcelona.en la que el Académico Jaime Lamo de Espinosa publicó
recientemente un interesante artículo titulado “el mundo del agua
y el agua en el mundo” En ese Foro debería oírse tanto a los
políticos como a los expertos en las distintas facetas del agua y a
algunas de las ONGs que se ocupan del agua. Esta actividad exigiría
una duración de varios días y una financiación pública-privada
adecuada.
La misión principal de las dos Reales Academias
sería en primer lugar, garantizar la adecuada selección de los
ponentes, que junto a su competencia, representaran los distintos
puntos de vista correspondientes a las distintas facetas del agua. En
segundo lugar, debería designar los moderadores que faciliten la
discusión o diálogo que siga a cada ponencia. En tercer lugar,
preparar un documento que incluya lo esencial de dichos diálogos y
debates. Quizás en cuarto lugar, podría proponer acciones
concretas, pero lo más probable es que deba limitarse a presentar
con claridad los debates del foro.
Para terminar me voy a permitir citar de nuevo a
Facio, cuyo artículo nace con motivo del común centenario del
nacimiento de Cervantes y Shakespeare. En un mundo signado por el
individualismo y la autor referencialidad, esta apuesta por el
diálogo, por el saber escuchar y preocuparse por el otro es quizás
una de las lecciones más actuales que nos da El
Quijote.
Turguenev, novelista ruso, tiene un ensayo sobre Hamlet y Don
Quijote. Para el autor de Padres
e Hijos, “no hay en Don Quijote traza de
egoísmo a diferencia de Hamlet, cuyo -yo- es el centro
del Mundo, es todo abnegación y sacrificio”. Afirmación
compartida por el crítico Harold Bloom, que afirma que “la
novela de Cervantes es memorable por dos fantásticos seres humanos,
Don Quijote y Sancho Panza, y por la relación afectuosa e irascible
entre ellos. Shakespeare nos enseña a hablar con nosotros mismos,
pero Cervantes nos enseña a hablar entre unos y otros… Hamlet es,
en definitiva, un individuo indiferente hacia sí mismo y hacia los
demás, mientras que el hidalgo español es un hombre que se preocupa
por sí mismo, por Sancho y por quienes necesitan ayuda. Hamlet o el
Quijote. Cada uno debe elegir”.
En mi opinión y en el caso que nos ocupa, la
elección plantea pocas dudas, pues Hamlet es el hombre de la
permanente duda que lleva no solo a la indecisión, sino que además
indirectamente, origina el suicidio de Ofelia.
Ojalá que de una forma u otra estas líneas sirvan
para catalizar el inicio de un diálogo claro y transparente entre
los diversos actores, políticos, expertos, ONGs que sirva para
terminar en España nuestros estériles y absurdos conflictos
hídricos.
(*)
M. Ramón Llamas Madurga es Académico
de Número de la Real Academia de Ciencias Exactas y Físicas
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