Los parados gaditanos afectados por un
cambio en el baremo de las licencias de venta municipales habían
reclamado siete plazas en las que se les concede este permiso incluso a
trabajadores de empresas públicas
La publicación de la relación de las 77 personas que obtendrán la licencia de venta ambulante en las playas de la capital este verano se ha convertido en la última gran polémica en Cádiz capital.
Un grupo de solicitantes denunció a LA VOZ el cambio de los requisitos aprobado por el Ayuntamiento para conceder estos permisos para vender latas, patatas fritas, frutos secos o marisco, de tal forma que los gaditanos parados quedaban en clara desventaja, frente a vecinos de otras localidades y autónomos.
Los datos facilitados por el propio Consistorio señalan que ante la delegación municipal de Consumo se ha presentado una reclamación, respaldada por 18 personas, en la que denuncian siete casos. En los últimos días se han estado examinando los expedientes al detalle por petición expresa de Alcaldía. Pero «los técnicos han revisado la documentación y todos cumplen con la valoración que se les otorgó», según fuentes municipales.
El problema radica precisamente en el cambio del baremo publicado por el gobierno municipal. Entre las novedades de este año se encuentra que en el pliego de condiciones para la concesión de la licencia de venta se ha eliminado la valoración el empadronamiento en la capital gaditana o la reducción de la puntuación por encontrarse en situaicón de desempleo.
Antes se otorgaba una importante puntuación a los desempleados de larga duración para facilitarles el acceso a estas autorizaciones. Sin embargo, ahora se ha reducido a 0,1 puntos por mes de desempleo durante el último año, hasta un máximo de 1,2 puntos y se puntúa favorablemente la experiencia en el mismo puesto o ser autónomo.
«De esta forma se da la situación de que algunas personas que están trabajando también obtienen la licencia», aseguran algunos afectados, mencionando casos de empleados de Correos que podrán vender latas en la playa sin renunciar a sus trabajos.
En cuanto a los plazos, el año pasado se aprobaron las licencias de venta en la playa el 1 de junio, a pesar de que en el pliego de condiciones el periodo de concesión comienza el 15 de mayo y finaliza el 30 de septiembre. Para este verano, el Ayuntamiento de Cádiz mantiene la firme intención de no sobrepasar la citada fecha del 1 de junio para adjudicar las licencias de este verano, repitiendo el retraso de quince días habitual ya en este servicio.
Respecto a la apertura a vecinos de otras localidades, el propio alcalde de Cádiz se mostró reticente ante la medida de no solicitar el empadronamiento en Cádiz para otorgar las licencias, una medida que ha puesto en marcha su propio equipo de Gobierno y se mostró dispuesto a buscar soluciones a este problema. Pero a día de hoy no ha habido ningún cambio en el baremo inicialmente publicado ni se ha explicado ninguna alternativa para valorar ser vecino de Cádiz.
La decisión de eliminar el requisito del empadronamiento en la capital se ha motivado en «posibles cuestiones legales», aunque tampoco se ha confirmado oficialmente que la inclusión de este requisito creado por el anterior equipo de Gobierno sea ilegal.
El resto, 48 autorizaciones se concenden para la venta de latas de refrescos, cervezas y agua; además de dos autorizaciones para aviones de corcho.
Además de estos permisos, Asutos Sociales concede directamente otros 23 que están fuera de este debate y que se repartirán con criterios diferentes y siempre por la zona de Extramuros.
Un grupo de solicitantes denunció a LA VOZ el cambio de los requisitos aprobado por el Ayuntamiento para conceder estos permisos para vender latas, patatas fritas, frutos secos o marisco, de tal forma que los gaditanos parados quedaban en clara desventaja, frente a vecinos de otras localidades y autónomos.
Los datos facilitados por el propio Consistorio señalan que ante la delegación municipal de Consumo se ha presentado una reclamación, respaldada por 18 personas, en la que denuncian siete casos. En los últimos días se han estado examinando los expedientes al detalle por petición expresa de Alcaldía. Pero «los técnicos han revisado la documentación y todos cumplen con la valoración que se les otorgó», según fuentes municipales.
El problema radica precisamente en el cambio del baremo publicado por el gobierno municipal. Entre las novedades de este año se encuentra que en el pliego de condiciones para la concesión de la licencia de venta se ha eliminado la valoración el empadronamiento en la capital gaditana o la reducción de la puntuación por encontrarse en situaicón de desempleo.
Antes se otorgaba una importante puntuación a los desempleados de larga duración para facilitarles el acceso a estas autorizaciones. Sin embargo, ahora se ha reducido a 0,1 puntos por mes de desempleo durante el último año, hasta un máximo de 1,2 puntos y se puntúa favorablemente la experiencia en el mismo puesto o ser autónomo.
«De esta forma se da la situación de que algunas personas que están trabajando también obtienen la licencia», aseguran algunos afectados, mencionando casos de empleados de Correos que podrán vender latas en la playa sin renunciar a sus trabajos.
En cuanto a los plazos, el año pasado se aprobaron las licencias de venta en la playa el 1 de junio, a pesar de que en el pliego de condiciones el periodo de concesión comienza el 15 de mayo y finaliza el 30 de septiembre. Para este verano, el Ayuntamiento de Cádiz mantiene la firme intención de no sobrepasar la citada fecha del 1 de junio para adjudicar las licencias de este verano, repitiendo el retraso de quince días habitual ya en este servicio.
Respecto a la apertura a vecinos de otras localidades, el propio alcalde de Cádiz se mostró reticente ante la medida de no solicitar el empadronamiento en Cádiz para otorgar las licencias, una medida que ha puesto en marcha su propio equipo de Gobierno y se mostró dispuesto a buscar soluciones a este problema. Pero a día de hoy no ha habido ningún cambio en el baremo inicialmente publicado ni se ha explicado ninguna alternativa para valorar ser vecino de Cádiz.
La decisión de eliminar el requisito del empadronamiento en la capital se ha motivado en «posibles cuestiones legales», aunque tampoco se ha confirmado oficialmente que la inclusión de este requisito creado por el anterior equipo de Gobierno sea ilegal.
Reparto por playas
Del total de las 77 licencias que concede el Ayuntamiento de Cádiz; cuatro se conceden para la playa de La Caleta para vender patatas fritas, frutos secos y latas; en la playa Santa María del Mar, Victoria y Cortadura, 18 autorizaciones para patatas fritas y frutos secos y una sola autorización para marisco cocido.El resto, 48 autorizaciones se concenden para la venta de latas de refrescos, cervezas y agua; además de dos autorizaciones para aviones de corcho.
Además de estos permisos, Asutos Sociales concede directamente otros 23 que están fuera de este debate y que se repartirán con criterios diferentes y siempre por la zona de Extramuros.
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