EFE: VERDE
PLAGAS DE LANGOSTA PERTINAZ DEVORADORA DE CULTIVOS A LO LARGO DE LA HISTORIA
- La langosta es uno de los insectos que más daño causa y con más inquina a la agricultura mundial.
La langosta es uno de los insectos que más daño causa y con más inquina
a la agricultura mundial, con sus viajes, que pueden llegar a cubrir
hasta 100 kilómetros por día, se ha convertido a lo largo de la historia
en una viajera indómita y pertinaz que ha provocado grandes hambrunas, y
cuya extinción total está lejos de ser una realidad.
La
langosta ha afectado de forma importante la actividad agraria desde
hace milenios y solo pudo ser eficazmente controlada a partir de la
aplicación de determinadas medidas políticas y científicas, a partir de
los inicios del siglo XX, cuando se redujeron los daños causados por
estas plagas de insectos.
Las plagas de langostas son
las más dañinas para las actividades agrarias, con un efecto añadido
que es que pueden migrar a grandes distancias diezmando zonas de cultivo
en busca de alimento, a través de miles de kilómetros.
El
investigador y doctor en Geografía Humana por la Universidad de
Barcelona, Antonio Buj Buj, ha explicado a EFEverde la situación actual
de las plagas de este insecto en las distintas regiones del planeta, y
su comportamiento a través de los tiempos.
“Son muchas las especies de langosta, pero la que está considerada como la más devastadora es la ‘Schistocerca gregaria’, que afecta a más de cincuenta países, algunos de los cuales se encuentran en vías de desarrollo, y otros entre los más pobres del planeta y con menos recursos para poder hacer frente a los daños causados por estos insectos”, señala el investigador.
“Las
langostas son insectos que pertenecen al orden de los Ortópteros, y
dentro de estos se encuadran en la familia Acrididae, que incluye unas
5.000 especies conocidas, de las cuales varios centenares generan daños y
una veintena provocan auténticas devastaciones. Entre estas especies
están las migratorias que pueden desplazarse a largas distancias y que
son las causantes de terribles plagas”.
Plaga de langosta, de una fase solitaria a una fase gregaria
La
plaga de langosta es una manifestación masiva de unos determinados
insectos que se produce cuando la ecología del medio en el que viven
habitualmente cambia y pasan de una fase solitaria a una fase gregaria.
La
fase solitaria corresponde a sus zonas de reproducción, en épocas de
lluvias y cuando se pueden proveer de alimento. Las plagas se desatan
cuando llega la etapa de sequía y escasea el alimento, entonces los
insectos se estresan y se transforman físicamente, cambian de tamaño, de
color y de forma, entonces se trasladan a otros sitios y son mucho más
activos.
En esta etapa se transforma en un insecto
temible por su facilidad de desplazamiento, que dificulta el control de
las invasiones.
Los insectos no todos son iguales, pero cada vez que planta los huevos en otoño, permanecen latentes en invierno y eclosionan en primavera. Tras un periodo que oscila entre cuarenta y noventa días, en los que se produce la fecundación y puesta de los huevos, mueren los adultos y vuelve a empezar el ciclo biológico.
Cada
puesta es de alrededor de cien huevos que se convierten en cien
potenciales langostas y que, al formar enjambres volando, se ha
calculado que pueden llegar a ser hasta de 30.000 millones de
ejemplares.
En España, el valle de Alcudia, en Ciudad
Real; La Serena, en Badajoz; Los Monegros entre Zaragoza y Huesca,
además de algunas comarcas de Andalucía pueden padecer de la llamada
langosta marroquí, de nombre popular Dosciostaurus, aunque su
repercusión es de baja incidencia.
Una especie que cubre cerca de 30 millones de kilómetros cuadrados
La
especie más dañina a escala mundial es la Schistocerca que presenta
varias generaciones por año. Sus enjambres pueden invadir un área que
cubre cerca de treinta millones de kilómetros cuadrados y afectan de
manera especial a gran parte de África y a todo el sudeste asiático.
“De hecho, también vuela a Canarias, donde hace unos años ha habido varias migraciones que llegaron hasta allí y que permanecieron varios días para después desaparecer, porque la langosta si no encuentra el medio adecuado devasta y después se desplaza a otros sitios”.
“Langostas
hay en todos los continentes y en cada zona las plagas se desatan cada 3
o 4 años y, aunque se tiene información documentada desde los tiempos
bíblicos, las plagas de langostas siguen cubriendo y devastando todos
los campos por donde pasan, porque no ha habido hasta ahora ningún
insecticida o medio para su destrucción completa”, señala el
investigador.
Lo más importante es saber el momento
en el que se pueden producir las plagas. Si los lugares donde se
reproducen están controlados, la plaga se aplaca, se controla. “Por
ejemplo, en España se conocen dos especies que atacan los campos de
cultivos y que aparecen en sucesivos periodos. En ese momento se
utilizan insecticidas fitosanitarios que están homologados por la Unión
Europea”.
La primera de las especies que aparecen en España tiene una franja de viaje que va desde Portugal hasta Afganistán, incluyendo a los países que bordean el Mediterráneo.
Aunque las
plagas de langosta en nuestro país han pasado a ser un problema menor,
sin embargo, los servicios agronómicos en España que se encuentran en
Aragón y Extremadura son los que básicamente controlan estas plagas, y
en donde están atentos cada año a cómo evoluciona el insecto del paso de
la fase solitaria a la gregaria, que es cuando se encargan de matarlos
en origen.
En la actualidad y con el cambio
climático, según el investigador Antonio Buj Buj, las plagas de langosta
“pueden variar sus hábitos y trasladarse a zonas donde antes no
provocaban graves incidencias”.
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