UN DIAGNOSTICO ETERNO SALÚD
Los endocrinólogos subrayan que, desde los
primeros síntomas, pueden pasar de 3 a 17 años hasta lograr detectar la
celiaquía en una persona.
La prevalencia general de la enfermedad celíaca es de un 1 a un
2%, existiendo grupos de riesgo como familiares con algún enfermo o
personas con una patología autoinmune dónde la prevalencia puede ser de
hasta un 10%.
Esta enfermedad sigue siendo una gran desconocida y por cada nuevo diagnóstico se estima que hay de 5 a 12 celiacos sin diagnosticar. Además, otro dato relevante es que el tiempo medio para el diagnóstico desde los primeros síntomas se suele dilatar de 3 a 17 años y más de la mitad de los casos que se diagnostican en la actualidad es en mayores de 50 años, según se ha puesto de manifiesto en el congreso de la Sociedad Española de Endocrinología (SEEN) y Nutrición celebrado en Granada.
La a sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC) es una entidad emergente "y su prevalencia se estima en 10 veces al de la enfermedad celíaca (EC); sin embargo, la falta de criterios diagnósticos consensuados hace que estos datos pueden ser muy variables", apunta Álvaro García-Manzanares, especialista en Endocrinología y Nutrición en Hospital General La Mancha Centro y miembro del Area de Nutrición de la SEEN.
Tanto la celiaquía como la a sensibilidad al gluten no celíaca patologías pueden tener una forma de presentación atípica con síntomas tan variados: "como lesiones cutáneas, alteraciones neurológicas, osteoporosis…en ausencia de clínica digestiva que haga sospechar por lo que se debe pensar en ellas por parte del profesional siempre en aquellas enfermedades sin un origen causal claro del cuadro", concluye.
Por otro lado, en los últimos años, ha surgido la tendencia o moda de evitar el gluten entre población sana. En Estados Unidos, la venta de los alimentos "sin gluten" se ha multiplicado por 8 y se estima que hasta un tercio de la población quiere evitarlo a pesar de no tener un diagnóstico que obligue a su retirada. El pasado mes de septiembre se publicó en la revista JAMA Internal Medicine un estudio que aludía a la relación entre el aumento de productos sin gluten con un aumento de los casos de celiaquía.
En Estados Unidos las ventas de productos sin gluten eran de 935 millones de dólares en 2006. En 2010 alcanzaron los 2.600, y en 2015 llegó a 5.500. Es decir, en apenas una década se han multiplicado casi por seis. En Reino Unido, los supermercados hablan de una subida de las ventas de entre un 30% y un 40% el pasado año.
El gluten es el conjunto de proteínas presente en los cereales que más se consumen (trigo, cebada y centeno principalmente), y es el origen causal de la EC y posiblemente para la nueva entidad SGNC. El tratamiento para la EC es el abandono del gluten a perpetuidad para conseguir revertir lesiones y síntomas y para la SGNC la dieta sin gluten ha demostrado ser la dieta más eficaz, aunque algunos pacientes también mejoran con las dietas específicas bajas en oligo, di y monosacáridos fermentables y polioles. "La dieta sin gluten puede resultar tremendamente sana ya que se basa en productos naturales, se aumenta la ingesta de fruta y vegetales, y se evita alimentos manufacturados y "comida basura". Sin embargo, el gluten en sí, no reacciona como un agente tóxico en personas sanas", explica el doctor Álvaro García-Manzanares.
"Dejar de tomar gluten innecesariamente no genera problemas en nuestro organismo pero sí que es cierto que: estos productos sustitutivos, a menudo, tienen menor fortificación de vitaminas y una peor composición en sus grasas; nuestra cesta de la compra pueda encarecerse en unos 1.500 euros anuales, ya que los alimentos sustitutivos sin gluten son sensiblemente más caros; y limita la vida social".
Por todo esto, el experto subraya: "Es aconsejable confirmar el diagnóstico de EC o SGNC por un profesional antes de embarcarse en una dieta sin gluten, ya que es un tratamiento molesto de seguir y costoso. Evitando dejarse llevar por el consejo de un familiar o tras la lectura de un libro o un artículo por internet".
Esta enfermedad sigue siendo una gran desconocida y por cada nuevo diagnóstico se estima que hay de 5 a 12 celiacos sin diagnosticar. Además, otro dato relevante es que el tiempo medio para el diagnóstico desde los primeros síntomas se suele dilatar de 3 a 17 años y más de la mitad de los casos que se diagnostican en la actualidad es en mayores de 50 años, según se ha puesto de manifiesto en el congreso de la Sociedad Española de Endocrinología (SEEN) y Nutrición celebrado en Granada.
La a sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC) es una entidad emergente "y su prevalencia se estima en 10 veces al de la enfermedad celíaca (EC); sin embargo, la falta de criterios diagnósticos consensuados hace que estos datos pueden ser muy variables", apunta Álvaro García-Manzanares, especialista en Endocrinología y Nutrición en Hospital General La Mancha Centro y miembro del Area de Nutrición de la SEEN.
Tanto la celiaquía como la a sensibilidad al gluten no celíaca patologías pueden tener una forma de presentación atípica con síntomas tan variados: "como lesiones cutáneas, alteraciones neurológicas, osteoporosis…en ausencia de clínica digestiva que haga sospechar por lo que se debe pensar en ellas por parte del profesional siempre en aquellas enfermedades sin un origen causal claro del cuadro", concluye.
Por otro lado, en los últimos años, ha surgido la tendencia o moda de evitar el gluten entre población sana. En Estados Unidos, la venta de los alimentos "sin gluten" se ha multiplicado por 8 y se estima que hasta un tercio de la población quiere evitarlo a pesar de no tener un diagnóstico que obligue a su retirada. El pasado mes de septiembre se publicó en la revista JAMA Internal Medicine un estudio que aludía a la relación entre el aumento de productos sin gluten con un aumento de los casos de celiaquía.
En Estados Unidos las ventas de productos sin gluten eran de 935 millones de dólares en 2006. En 2010 alcanzaron los 2.600, y en 2015 llegó a 5.500. Es decir, en apenas una década se han multiplicado casi por seis. En Reino Unido, los supermercados hablan de una subida de las ventas de entre un 30% y un 40% el pasado año.
El gluten es el conjunto de proteínas presente en los cereales que más se consumen (trigo, cebada y centeno principalmente), y es el origen causal de la EC y posiblemente para la nueva entidad SGNC. El tratamiento para la EC es el abandono del gluten a perpetuidad para conseguir revertir lesiones y síntomas y para la SGNC la dieta sin gluten ha demostrado ser la dieta más eficaz, aunque algunos pacientes también mejoran con las dietas específicas bajas en oligo, di y monosacáridos fermentables y polioles. "La dieta sin gluten puede resultar tremendamente sana ya que se basa en productos naturales, se aumenta la ingesta de fruta y vegetales, y se evita alimentos manufacturados y "comida basura". Sin embargo, el gluten en sí, no reacciona como un agente tóxico en personas sanas", explica el doctor Álvaro García-Manzanares.
"Dejar de tomar gluten innecesariamente no genera problemas en nuestro organismo pero sí que es cierto que: estos productos sustitutivos, a menudo, tienen menor fortificación de vitaminas y una peor composición en sus grasas; nuestra cesta de la compra pueda encarecerse en unos 1.500 euros anuales, ya que los alimentos sustitutivos sin gluten son sensiblemente más caros; y limita la vida social".
Por todo esto, el experto subraya: "Es aconsejable confirmar el diagnóstico de EC o SGNC por un profesional antes de embarcarse en una dieta sin gluten, ya que es un tratamiento molesto de seguir y costoso. Evitando dejarse llevar por el consejo de un familiar o tras la lectura de un libro o un artículo por internet".
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