EL PUEBLO QUE TENIA UN GRAN SECRETO GRANADA HOY
La difusión de la teoría sobre el
enterramiento de García Lorca en un panteón de Valderrubio inquieta a
unas gentes que habían escuchado esta historia de sus mayores y que aún
bajan la voz para tratar el tema
El panteón familiar de la familia Mazuecos, el más notable de
los enterramientos antiguos de Valderrubio, ya está recién pintado y
limpio para el día de los Santos. Pero este año es especial. La bóveda,
con 27 lápidas de fallecidos desde los tiempos de la Guerra Civil hasta
hoy, se ha convertido en una atracción especial estos días, en los que
cientos de personas acuden al cementerio para visitar a sus difuntos.
La investigadora Natalia Arsentieva sostiene la hipótesis de que los restos de Federico García Lorca se habrían enterrado en aquel lugar, después de rescatar el cuerpo y haberlo amortajado a escondidas. A través de este periódico, esta profesora de la Universidad de Granada, reveló el mes pasado ese "secreto bien guardado" durante décadas entre los vecinos de los pueblos de la zona de Valderrubio. Su alcaldesa, Francisca Blanco, lo define así porque es algo que algunos de los más mayores han contado siempre a sus familias, pero para que no saliera de entre sus cuatro paredes.
"En este pueblo la gente sabe muchas cosas, sobre todo de Lorca, pero no se cuentan. Hay miedo porque es lo que nos han transmitido desde pequeños, cuando nos decían: -Niño, baja la voz. Niño, de eso no se habla-". Lo explica también a media voz José Pérez Rodríguez, Pepito el de la Amor, un "hombre de campo" que se ha entregado siempre a rescatar la vida, la inspiración y los secretos de Lorca en Valderrubio. Sus años de trabajo para sacar adelante la Casa Museo del poeta le han proporcionado una experiencia basada sobre todo en testimonios de todo tipo. "Si vienes un día, poco te dirá nadie, esto es muy poco a poco, porque este pueblo es muy especial", cuenta Pepe del lugar en el que el escritor recogió sus vivencias y se inspiró para escribir buena parte de su obra, incluida La Casa de Bernarda Alba, aún hiriente para algunas familias de la zona. Incluso hay investigaciones que apuntan a las rencillas familiares en este municipio como el origen de la muerte del poeta.
Si se pregunta a cualquier vecino de Valderrubio o de la pedanía de Casanueva sobre la hipótesis del enterramiento de Lorca, ahora que ya se ha hecho pública, no oculta que siempre ha escuchado decir que el escritor estaba enterrado en Valderrubio, pero la concreta ubicación en el panteón de los Mazuecos sí ha supuesto una novedad para muchos, incluidos los propios familiares propietarios de la bóveda. José García y su madre, Consuelo García, que es sobrina nieta de quien mandó construir el panteón, aseguran no haber tenido noticia hasta ahora sobre la posibilidad de que sus antepasados compartan enterramiento con García Lorca.
Dos mujeres de Casanueva -que no quieren ser identificadas ni fotografiadas- arreglan una tumba a pocos metros del panteón de los Mazuecos, al que miran con curiosidad, sobre todo cuando se percatan de la presencia de periodista y fotógrafa. "Mamá, ¿cómo se llamaba esa familia de Valderrubio que siempre nos decía lo de Lorca en la tumba de Mazuecos?". La señora mayor hace un gesto de no recordar o no querer revelar el dato, pero asiente cuando su hija explica que la historia de la mortaja de Lorca y su entierro debajo de esas cuatro paredes que tenemos al lado circulaba desde hace muchos años entre algunas personas de esta zona.
Respecto a la reciente búsqueda de los restos del poeta en Alfacar, la alcaldesa del municipio tenía claro el resultado: "Que excaven, que excaven, pero que no está allí. ¿No ven que con dinero se arreglaba todo?" A su juicio, la teoría del enterramiento en Valderrubio es la más lógica de todas las que hay sobre el paradero de los restos del poeta: "¿Cómo iba a permitir aquel hombre -en referencia al padre del escritor, Federico García Rodríguez-, con sus influencias y sus posibilidades económicas que el cuerpo de su hijo se quedara tirado por ahí?". Como mucha gente del entorno, también considera este pueblo más propicio para aquella ceremonia secreta de amortajamiento y entierro, dado que era una zona menos controlada por las fuerzas armadas, con conocidos y familiares que podían prestarse a la complicidad y, sobre todo, un lugar idóneo para que un secreto perdurara en el tiempo.
La hipótesis que apunta la investigadora Arsentieva señala a Eloy Mazuecos Rueda como el gran cómplice de este enterramiento secreto. Era uno de los hombres con más recursos de aquel pueblo llamado por entonces Asquerosa y se cree que era amigo del padre del poeta. Fue el que mandó construir el panteón para él y su familia en el cementerio de Valderrubio, supuestamente en 1937, año que reza en el mármol que encabeza la bóveda, junto a su nombre.
Debió de ser un personaje muy peculiar a quien se tiene por generoso entre los pocos que lo recuerdan directamente y los que han heredado las referencias. Soltero, con dinero y "con mucho gusto", un aspecto que destacaba especialmente en su casa, la mejor acondicionada del pueblo y a la que "no le faltaba un detalle", como contaba a este periódico su descendiente Consuelo García, quien destacaba también su afición por las flores y su generosidad con familiares y trabajadores. Pepe Pérez recuerda su flamante coche de caballos, las cristaleras de sus ventanas y, lo que más le llamaba la atención siendo niño, que tenía grandes cortinas en cada puerta de la casa. "Yo no había visto nunca eso y me preguntaba para qué servían", recuerda este vecino del municipio.
Cerrada a cal y canto (sus herederos vendieron la casa), aún destaca sobre otras la fachada de esta vivienda familiar de los Mazuecos, en el 24 de la calle Real. A pocos pasos está la casa del primo del poeta y, en la acera de enfrente, la de su tía Matilde, colindante a la famosa vivienda de Frasquita Alba, cuyas vivencias inspiraron la obra teatral. Todo esto, incluida la casa del número 8, donde la familia García Lorca vivió un tiempo, está reunido en solo un puñado de metros dentro de la misma calle principal de la antigua Asquerosa.
No es extraño en estas circunstancias pensar en la relación que habría entre Eloy Mazuecos y la familia García Lorca. La investigadora lorquiana que sostiene la hipótesis de la tumba en Valderrubio asegura que aquel hombre tan particular que construyó el mejor panteón del cementerio era amigo del padre del poeta, Federico García Rodríguez. Pero podría ir más allá esta relación, dado que su madre, la abuela de Lorca, se llamaba Isabel Rodríguez Mazuecos. Eduardo Ruiz, actual encargado de la Casa Museo de Valderrubio y autor de una completa reconstrucción genealógica del escritor, explica que la coincidencia de apellido no implica que fueran familiares directos. Pero eso sí, "es probable que Don Federico (el padre de Lorca) se dirigiera a Eloy Mazuecos como "pariente", pues lo hacía con otras personas de ese apellido, como mi propio abuelo", explica Eduardo.
Los testimonios orales de Natalia Arsentieva, que mantiene en el anonimato por expreso deseo, serían familiares de una mujer que trabajaban en aquella época para Eloy Mazuecos y que habría sido una de las encargadas de amortajar en secreto el cuerpo del poeta antes de su enterramiento en el lugar donde este hombre mandó construir un panteón familiar. En el pueblo siempre recuerdan a La Purilla como la joven que trabajaba en casa de Eloy Mazuecos. Esta mujer en realidad se llamaba Dolores (era conocida probablemente con el diminutivo del nombre de su madre) y su tumba se encuentra a poca distancia de donde estarían los restos de aquel cuerpo amortajado de noche y en secreto.
Pero no es la única que rodea el panteón de los Mazuecos. Un paseo por aquel camposanto es una ruta por la vida y obra de García Lorca. En poco espacio se concentran las tumbas de tías, primas y vecinos que inspiraron grandes personajes. En un nicho sin lápida aseguran los que conocen el cementerio que está enterrada Frasquita Alba y en otro hueco, en el patio a su espalda, su yerno, quien habría inspirado a Pepe el Romano. Los lugareños aseguran que no hace tanto había losas de mármol con sus nombres donde ahora hay un espacio vacío, "porque este pueblo es así...".
La investigadora Natalia Arsentieva sostiene la hipótesis de que los restos de Federico García Lorca se habrían enterrado en aquel lugar, después de rescatar el cuerpo y haberlo amortajado a escondidas. A través de este periódico, esta profesora de la Universidad de Granada, reveló el mes pasado ese "secreto bien guardado" durante décadas entre los vecinos de los pueblos de la zona de Valderrubio. Su alcaldesa, Francisca Blanco, lo define así porque es algo que algunos de los más mayores han contado siempre a sus familias, pero para que no saliera de entre sus cuatro paredes.
"En este pueblo la gente sabe muchas cosas, sobre todo de Lorca, pero no se cuentan. Hay miedo porque es lo que nos han transmitido desde pequeños, cuando nos decían: -Niño, baja la voz. Niño, de eso no se habla-". Lo explica también a media voz José Pérez Rodríguez, Pepito el de la Amor, un "hombre de campo" que se ha entregado siempre a rescatar la vida, la inspiración y los secretos de Lorca en Valderrubio. Sus años de trabajo para sacar adelante la Casa Museo del poeta le han proporcionado una experiencia basada sobre todo en testimonios de todo tipo. "Si vienes un día, poco te dirá nadie, esto es muy poco a poco, porque este pueblo es muy especial", cuenta Pepe del lugar en el que el escritor recogió sus vivencias y se inspiró para escribir buena parte de su obra, incluida La Casa de Bernarda Alba, aún hiriente para algunas familias de la zona. Incluso hay investigaciones que apuntan a las rencillas familiares en este municipio como el origen de la muerte del poeta.
Si se pregunta a cualquier vecino de Valderrubio o de la pedanía de Casanueva sobre la hipótesis del enterramiento de Lorca, ahora que ya se ha hecho pública, no oculta que siempre ha escuchado decir que el escritor estaba enterrado en Valderrubio, pero la concreta ubicación en el panteón de los Mazuecos sí ha supuesto una novedad para muchos, incluidos los propios familiares propietarios de la bóveda. José García y su madre, Consuelo García, que es sobrina nieta de quien mandó construir el panteón, aseguran no haber tenido noticia hasta ahora sobre la posibilidad de que sus antepasados compartan enterramiento con García Lorca.
Dos mujeres de Casanueva -que no quieren ser identificadas ni fotografiadas- arreglan una tumba a pocos metros del panteón de los Mazuecos, al que miran con curiosidad, sobre todo cuando se percatan de la presencia de periodista y fotógrafa. "Mamá, ¿cómo se llamaba esa familia de Valderrubio que siempre nos decía lo de Lorca en la tumba de Mazuecos?". La señora mayor hace un gesto de no recordar o no querer revelar el dato, pero asiente cuando su hija explica que la historia de la mortaja de Lorca y su entierro debajo de esas cuatro paredes que tenemos al lado circulaba desde hace muchos años entre algunas personas de esta zona.
Respecto a la reciente búsqueda de los restos del poeta en Alfacar, la alcaldesa del municipio tenía claro el resultado: "Que excaven, que excaven, pero que no está allí. ¿No ven que con dinero se arreglaba todo?" A su juicio, la teoría del enterramiento en Valderrubio es la más lógica de todas las que hay sobre el paradero de los restos del poeta: "¿Cómo iba a permitir aquel hombre -en referencia al padre del escritor, Federico García Rodríguez-, con sus influencias y sus posibilidades económicas que el cuerpo de su hijo se quedara tirado por ahí?". Como mucha gente del entorno, también considera este pueblo más propicio para aquella ceremonia secreta de amortajamiento y entierro, dado que era una zona menos controlada por las fuerzas armadas, con conocidos y familiares que podían prestarse a la complicidad y, sobre todo, un lugar idóneo para que un secreto perdurara en el tiempo.
La hipótesis que apunta la investigadora Arsentieva señala a Eloy Mazuecos Rueda como el gran cómplice de este enterramiento secreto. Era uno de los hombres con más recursos de aquel pueblo llamado por entonces Asquerosa y se cree que era amigo del padre del poeta. Fue el que mandó construir el panteón para él y su familia en el cementerio de Valderrubio, supuestamente en 1937, año que reza en el mármol que encabeza la bóveda, junto a su nombre.
Debió de ser un personaje muy peculiar a quien se tiene por generoso entre los pocos que lo recuerdan directamente y los que han heredado las referencias. Soltero, con dinero y "con mucho gusto", un aspecto que destacaba especialmente en su casa, la mejor acondicionada del pueblo y a la que "no le faltaba un detalle", como contaba a este periódico su descendiente Consuelo García, quien destacaba también su afición por las flores y su generosidad con familiares y trabajadores. Pepe Pérez recuerda su flamante coche de caballos, las cristaleras de sus ventanas y, lo que más le llamaba la atención siendo niño, que tenía grandes cortinas en cada puerta de la casa. "Yo no había visto nunca eso y me preguntaba para qué servían", recuerda este vecino del municipio.
Cerrada a cal y canto (sus herederos vendieron la casa), aún destaca sobre otras la fachada de esta vivienda familiar de los Mazuecos, en el 24 de la calle Real. A pocos pasos está la casa del primo del poeta y, en la acera de enfrente, la de su tía Matilde, colindante a la famosa vivienda de Frasquita Alba, cuyas vivencias inspiraron la obra teatral. Todo esto, incluida la casa del número 8, donde la familia García Lorca vivió un tiempo, está reunido en solo un puñado de metros dentro de la misma calle principal de la antigua Asquerosa.
No es extraño en estas circunstancias pensar en la relación que habría entre Eloy Mazuecos y la familia García Lorca. La investigadora lorquiana que sostiene la hipótesis de la tumba en Valderrubio asegura que aquel hombre tan particular que construyó el mejor panteón del cementerio era amigo del padre del poeta, Federico García Rodríguez. Pero podría ir más allá esta relación, dado que su madre, la abuela de Lorca, se llamaba Isabel Rodríguez Mazuecos. Eduardo Ruiz, actual encargado de la Casa Museo de Valderrubio y autor de una completa reconstrucción genealógica del escritor, explica que la coincidencia de apellido no implica que fueran familiares directos. Pero eso sí, "es probable que Don Federico (el padre de Lorca) se dirigiera a Eloy Mazuecos como "pariente", pues lo hacía con otras personas de ese apellido, como mi propio abuelo", explica Eduardo.
Los testimonios orales de Natalia Arsentieva, que mantiene en el anonimato por expreso deseo, serían familiares de una mujer que trabajaban en aquella época para Eloy Mazuecos y que habría sido una de las encargadas de amortajar en secreto el cuerpo del poeta antes de su enterramiento en el lugar donde este hombre mandó construir un panteón familiar. En el pueblo siempre recuerdan a La Purilla como la joven que trabajaba en casa de Eloy Mazuecos. Esta mujer en realidad se llamaba Dolores (era conocida probablemente con el diminutivo del nombre de su madre) y su tumba se encuentra a poca distancia de donde estarían los restos de aquel cuerpo amortajado de noche y en secreto.
Pero no es la única que rodea el panteón de los Mazuecos. Un paseo por aquel camposanto es una ruta por la vida y obra de García Lorca. En poco espacio se concentran las tumbas de tías, primas y vecinos que inspiraron grandes personajes. En un nicho sin lápida aseguran los que conocen el cementerio que está enterrada Frasquita Alba y en otro hueco, en el patio a su espalda, su yerno, quien habría inspirado a Pepe el Romano. Los lugareños aseguran que no hace tanto había losas de mármol con sus nombres donde ahora hay un espacio vacío, "porque este pueblo es así...".
Comentarios
Publicar un comentario