Durante la visita, los participantes han realizado un recorrido por Las Albuferas, concretamente en el Observatorio Casamatas, donde han podido observar e identificar las diferentes especies de aves acuáticas que cohabitan en este espacio natural. También han acudido a la Estación de Anillamiento. En este punto los escolares han aprendido a identificar otras especies de pájaros, así como la realización del marcaje y biometría de las aves de la vegetación palustre.
El recorrido de esta ruta guiada con escolares ha concluido en el Museo de Adra, que acoge un espacio expositivo bajo el título “La Viva historia de las Albuferas de Adra” con una charla impartida por un técnico municipal y un recorrido didáctico y audiovisual sobre la historia del humedal.
Con estas visitas se pretende promover y desarrollar una conciencia ambiental entre los jóvenes, generando valores y estilos de vida respetuosos con el medio ambiente, mediante un uso racional y sostenible de los recursos y aprender a identificar las amenazas del entorno natural.
Las Albuferas de Adra poseen un enorme valor por su biodiversidad y conservación que las han hecho famosas a escala internacional. Además de contar con una variada población de aves residentes durante todo el año, tienen una gran importancia en los ciclos migratorios y dependiendo de la época, pueden encontrarse diversas especies que las utilizan como zona de descanso, reproducción y para alimentarse.
En 1989, la Albufera de Adra fue calificada declarada Reserva Natural, y en 1994 fue reconocida por la Convención Ramsar como un humedal de importancia nacional para las aves. Desde 2002, este espacio natural cuenta también con la figura de protección de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Además, desde este año 2016 está declarada como Zona Especial de Conservación (ZEC), que conlleva su inclusión en la red europea de espacios naturales Red Natura 2000.
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