LAS ÚLTIMAS LLUVIAS NO TIENEN AÚN INCIDENCIA EN LOS PANTANOS QUE ESTÁN YA AL 42,6% IDEAL.ES
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La última borrasca apenas ha dejado 10 litros en Granada y sistemas como el Cubillas Colomera siguen en situación de 'emergencia'
La situación es preocupante por tres motivos. El primero,
por lo referido unas líneas arriba. Porque estamos en el tercer mes en
que, históricamente, se registran unos mejores valores pluviométricos y
la intensidad de la sequía sigue siendo básicamente la misma que en el
verano. Segundo porque, tal y como puede observar en el gráfico, los
cielos estarán soleados al menos hasta el lunes de la semana que viene e
incluso se rondarán los treinta grados de temperatura. Y tercero porque
las presas se encuentran al 42,6% de su capacidad. El sistema de
abastecimiento de Cubillas Colomera está en estado de 'emergencia',
mientras que Quéntar-Canales, Bermejales y Hoya de Guadix se hallan en
'prealerta'.
El ejercicio hidrológico acaba de arrancar prácticamente. Los dos anteriores fueron deficitarios -por debajo de las medias históricas-. El nivel de los embalses está doce puntos más bajo que hace un año y siete puntos por debajo del promedio de la última década. En cualquier caso, estos últimos aportes de humedad sí que han venido muy bien para las cien mil hectáreas de cereales de invierno que hay en Granada y, sobre todo, para el olivar, uno de los principales cultivos de la agricultura de Granada en términos de riqueza y de generación de jornales.
El estrés hídrico ha provocado que se pierda parte de la
aceituna de secano en comarcas como las de Guadix y Baza, según adelantó
hace unos días la organización agraria Asaja Granada. Pero estas aguas,
unos treinta litros por metro cuadrado en este mes octubre, sí que han
reactivado la savia después de los rigores estivales y ha propiciado que
el calibre del fruto siga creciendo a un mes vista de que se generalice
la recolección en los Montes Orientales o el Poniente, donde se
concentra la mayor parte de las explotaciones olivareras de Granada. Las
asociaciones de productores consideran que, en la medida que las nubes
descarguen con cierta generosidad -no como ha sucedido hasta ahora-, se
puede recuperar gran parte de ese veinticinco por ciento de cosecha que
se daba por perdida debido a la sequía.
La otra incidencia positiva de estas condiciones meteorológicas variables es que la calidad del aire en Granada evoluciona a mejor. Las concentraciones de partículas en suspensión, normalmente altas, se encuentran en estos momentos en tasas 'buenas', según las mediciones que realiza la Consejería de Medio Ambiente.
El ejercicio hidrológico acaba de arrancar prácticamente. Los dos anteriores fueron deficitarios -por debajo de las medias históricas-. El nivel de los embalses está doce puntos más bajo que hace un año y siete puntos por debajo del promedio de la última década. En cualquier caso, estos últimos aportes de humedad sí que han venido muy bien para las cien mil hectáreas de cereales de invierno que hay en Granada y, sobre todo, para el olivar, uno de los principales cultivos de la agricultura de Granada en términos de riqueza y de generación de jornales.
La otra incidencia positiva de estas condiciones meteorológicas variables es que la calidad del aire en Granada evoluciona a mejor. Las concentraciones de partículas en suspensión, normalmente altas, se encuentran en estos momentos en tasas 'buenas', según las mediciones que realiza la Consejería de Medio Ambiente.
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