"NO SOY UN TIO DE TELEVISIÓN, NO ME GUSTA, PERO ES CUESTIÓN DE DINERO TELEVISIÓN
El herpetólogo recorre Australia en la
séptima temporada de su programa, que se emite mañana en Discovery Max.
En ella sufre el ataque de una serpiente por querer darle un "besito".
"Animales raros de verdad", 55.000 kilómetros recorridos, 40
días de rodaje y el ataque de una serpiente mula y una pitón. Éste es el
balance de la séptima temporada de Wild Frank, cuya segunda
entrega de las seis en total que la componen ofrece mañana por la noche
Discovery Max. Tras mostrar la naturaleza salvaje de lugares como India,
Brasil, Sudáfrica y Tailandia, esta vez el herpetólogo se sube a bordo
de una caravana y al estilo road movie descubrirá a los
espectadores criaturas que rompen las reglas de la naturaleza y que sólo
se pueden encontrar en Australia. Como el ornitorrinco, un mamífero que
pone huevos, tiene pico de pato, cola de castor, cuerpo de perro y
patas palmípedas. Pero Australia también es el hogar de canguros,
koalas, demonios de Tasmania y equidnas, entre otros animales.
-Esta séptima temporada, ¿ha sido más dura o igual que las anteriores?
-Ha sido más dura, sí, porque hemos hecho 55.000 kilómetros, hemos ido cambiando entre helicópteros, aviones, coche, la autocaravana... aunque para mí son vacaciones al final del día. Pero entiendo que para el equipo es una paliza muy grande.
-Además, le ha atacado una serpiente mulga y una pitón.
-No me atacaron exactamente. Yo le estaba tocando las narices y ella me intentó morder. Si me llega a pillar estoy muerto allí mismo, en tres minutos, porque la mulga es una serpiente muy venenosa. Todo fue por una tontería, yo le quería decir adiós y le quería dar un besito y se me tiró a la cara a morder. Suerte que me moví rápido. Y lo de la pitón, sí, fue una de cabeza negra. Esta sí que me mordió, pensé que era venenosa pero al final no.
-Cuando le ocurren estos percances, ¿se plantea dejarlo?
-No, no pienso en dejarlo porque entonces me quedaría en mi casa. Los animales no se pueden controlar, estás alejado de la civilización, pero eso ocurre en todos sitios. Los accidentes en la ciudad también ocurren y no puedes ir pensando en ello porque entonces no saldrías de casa. También es que hay situaciones en las que a mí se me va la cabeza. Son serpientes tan bonitas que no sabes si las volverás a ver y pensé en darle un besito... y a ella no le gustaría, no sé.
-Australia era el único continente que le quedaba por descubrir, ¿no? ¿Cuál es el que más le hamarcado?
-En realidad lo había descubierto hace tiempo, conozco Australia como la palma de mi mano. Era el único que me quedaba por grabar. Pero el continente que más me ha impactado, y con diferencia, es África. Allí es donde más bestialidades hemos hecho. Los animales son muy grandes, hay más depredadores. En África es donde hemos hecho auténticas brutalidades que jamás se van a repetir en la televisión, se lo aseguro.
-Ahora que ha estado en todos los continentes, ¿cuál es su próximo reto?
-Mi próximo reto es que me paguen sin hacer nada (risas). El futuro no lo sé, ahora mismo estoy trabajando con los animales que estamos rescatando y no pienso en la televisión.
-Con siete temporadas de 'Wild Frank' a sus espaldas ya, ¿se ha planteado hacer otro tipo de formato, en ciudad quizás, o un programa educativo sobre animales en plató?
-No, la verdad es que no, yo hago un programa de animales. No me habrán visto hacer publicidad, ni anuncios, ni nada. Me han planteado cosas, claro, pero yo lo que hago es un programa de animales y no voy a hacer otros formatos porque a mí la televisión me vale para financiar la fundación y para dar un mensaje de ayuda a los animales, no estoy interesado en nada más. Soy muy viejo ya para sacarle partido a esto.
-Por lo que veo, tiene una relación de verdadero amor-odio con la televisión.
-Sí, puede decirse así. Yo no soy un tío de televisión y hay muchas cosas de ella que no me gustan, pero gracias a ella puedo financiar mi fundación y puedo mandar mensajes a la gente. No me verá en los platós, ni hablando en otros lugares, ni haciendo publicidad. Yo hago un programa de animales y ya está, me voy a casa. No veo televisión, en internet sí veo cosas, por ejemplo Sálvame. Soy fan de Kiko Matamoros, Kiko Hernández y Mila Ximénez, fan total. Lo veo porque soy español, soy cotilla, soy paleto y Sálvame me parece un programón, siempre lo he dicho y nunca lo he escondido.
-Hablando sobre su fundación, precisamente cuando acabe esta temporada de 'Wild Frank', Discovery Max tiene previsto enlazarla con la emisión de un documental de varias entregas sobre el trabajo que hace usted y su equipo en ella. ¿Qué vamos a poder ver?
-Van a poder ver lo que es mi vida normal en la fundación. Lucha contra el tráfico de animales, recuperación de animales y puesta en libertad. Es mi día a día desde hace 17 años.
-Esta séptima temporada, ¿ha sido más dura o igual que las anteriores?
-Ha sido más dura, sí, porque hemos hecho 55.000 kilómetros, hemos ido cambiando entre helicópteros, aviones, coche, la autocaravana... aunque para mí son vacaciones al final del día. Pero entiendo que para el equipo es una paliza muy grande.
-Además, le ha atacado una serpiente mulga y una pitón.
-No me atacaron exactamente. Yo le estaba tocando las narices y ella me intentó morder. Si me llega a pillar estoy muerto allí mismo, en tres minutos, porque la mulga es una serpiente muy venenosa. Todo fue por una tontería, yo le quería decir adiós y le quería dar un besito y se me tiró a la cara a morder. Suerte que me moví rápido. Y lo de la pitón, sí, fue una de cabeza negra. Esta sí que me mordió, pensé que era venenosa pero al final no.
-Cuando le ocurren estos percances, ¿se plantea dejarlo?
-No, no pienso en dejarlo porque entonces me quedaría en mi casa. Los animales no se pueden controlar, estás alejado de la civilización, pero eso ocurre en todos sitios. Los accidentes en la ciudad también ocurren y no puedes ir pensando en ello porque entonces no saldrías de casa. También es que hay situaciones en las que a mí se me va la cabeza. Son serpientes tan bonitas que no sabes si las volverás a ver y pensé en darle un besito... y a ella no le gustaría, no sé.
-Australia era el único continente que le quedaba por descubrir, ¿no? ¿Cuál es el que más le hamarcado?
-En realidad lo había descubierto hace tiempo, conozco Australia como la palma de mi mano. Era el único que me quedaba por grabar. Pero el continente que más me ha impactado, y con diferencia, es África. Allí es donde más bestialidades hemos hecho. Los animales son muy grandes, hay más depredadores. En África es donde hemos hecho auténticas brutalidades que jamás se van a repetir en la televisión, se lo aseguro.
-Ahora que ha estado en todos los continentes, ¿cuál es su próximo reto?
-Mi próximo reto es que me paguen sin hacer nada (risas). El futuro no lo sé, ahora mismo estoy trabajando con los animales que estamos rescatando y no pienso en la televisión.
-Con siete temporadas de 'Wild Frank' a sus espaldas ya, ¿se ha planteado hacer otro tipo de formato, en ciudad quizás, o un programa educativo sobre animales en plató?
-No, la verdad es que no, yo hago un programa de animales. No me habrán visto hacer publicidad, ni anuncios, ni nada. Me han planteado cosas, claro, pero yo lo que hago es un programa de animales y no voy a hacer otros formatos porque a mí la televisión me vale para financiar la fundación y para dar un mensaje de ayuda a los animales, no estoy interesado en nada más. Soy muy viejo ya para sacarle partido a esto.
-Por lo que veo, tiene una relación de verdadero amor-odio con la televisión.
-Sí, puede decirse así. Yo no soy un tío de televisión y hay muchas cosas de ella que no me gustan, pero gracias a ella puedo financiar mi fundación y puedo mandar mensajes a la gente. No me verá en los platós, ni hablando en otros lugares, ni haciendo publicidad. Yo hago un programa de animales y ya está, me voy a casa. No veo televisión, en internet sí veo cosas, por ejemplo Sálvame. Soy fan de Kiko Matamoros, Kiko Hernández y Mila Ximénez, fan total. Lo veo porque soy español, soy cotilla, soy paleto y Sálvame me parece un programón, siempre lo he dicho y nunca lo he escondido.
-Hablando sobre su fundación, precisamente cuando acabe esta temporada de 'Wild Frank', Discovery Max tiene previsto enlazarla con la emisión de un documental de varias entregas sobre el trabajo que hace usted y su equipo en ella. ¿Qué vamos a poder ver?
-Van a poder ver lo que es mi vida normal en la fundación. Lucha contra el tráfico de animales, recuperación de animales y puesta en libertad. Es mi día a día desde hace 17 años.
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