EL SECTOR VITIVINICOLA PIERDE 10 MILLONES DE KILOS POR EL MILDIU HUELVA INFORMACIÓN
Los lagares del Condado molturan un 50%
menos en relación a la pasada campaña, calificada de histórica. La
producción alcanza los 20,5 millones de kilo de uva.
Artículos relacionadosLa vendimia se cierra en negativo. Los lagares del Condado han
molturado este año en torno a un 35% menos de vid con respecto a un año
normal, cifra que se eleva al 50% si tomamos como referencia un 2015 en
el que la producción fue histórica por el gran rendimiento de las cepas.
A falta de que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Condado de Huelva desvele los datos oficiales que arrojan las 3.685 hectáreas de viñedos que serpentean las tierras condales, las estimaciones sitúan la cifra global ligeramente por encima de los 20,5 millones de kilos. Los bodegueros encuestados por este periódico explican que hay que ser cautos con la cifra, si bien insisten en que fluctuará poco teniendo en consideración la merma con respecto a una cosecha normal en la que los agricultores cortan 31 millones de kilos.
Tres factores han marcado este año el descenso de la producción. El primero de ellos tiene su origen en venir precedidos de una vendimia histórica de 37 millones de kilos. Las leyes naturales en el campo tienden a buscar el equilibrio y este año tocaba cruz en la moneda. Los otros dos factores sí que no entraban en las quinielas. El mildiu (Plasmapora Vitícola) cogió con el paso cambiado a todo el sector. Las atípicas precipitaciones primaverales, principalmente los 150 litros por metro cuadrado en las primeras semanas de mayo, provocaron que el patógeno atacase los viñedos en el delicado periodo de floración de las cepas, lo que coartó de forma abrupta el natural curso evolutivo de la fruta.
La meteorología también se ha mostrado decisiva en el tercer factor: la falta de precipitaciones desde el mes de mayo hasta final de la cosecha ha privado a las bayas de engordar y ver racimos voluptuosos.
En el apartado de buenas noticias encontramos la calidad de la fruta, que no se ha resentido por la presencia de patógenos. Por otra parte, Eladio Mateo, enólogo de Vinícola del Condado, detalló que el grado de azúcar en la vid está cerca de los once grados, un nivel ideal para los afrutados que se alumbran en la comarca. De este modo, tras la fermentación, los caldos ganarán un grado alcohólico que se sitúa en torno a los once y medio.
La cooperativa bollullera informó de que este año han recolectado 3.800.000 kilos de zalema, 200.000 de listán de Huelva, 200.000 de la variedad colombard, 200.000 de moscatel, 300.00 de syrah y 50.000 kilos de tempranillo. Estas cifras suponen un descenso muy importante tanto en las variedades blancas como las tintas. Un duro golpe para los agricultores.
Ceferino Martín, presidente de la Cooperativa Nuestra Señora del Socorro de Rociana del Condado, la segunda más importante en producción de la provincia, avanzó que este año sus socios han llevado a las bodegas 3,5 millones de kilos frente a los 7 del pasado año y los 5,5 de una campaña normal. La contrapartida a este dato lo marca la calidad. La ausencia de lluvia en los meses de estío ha sido nula, lo que ha cercenado las posibilidades de que apareciera el cenizo, otro de los patógenos más agresivos que se ceban con la vid.
La organización agraria COAG ya estimó que en la comunidad de Andalucía la vendimia no superaría el techo de los 120 millones de kilos, frente a un 2015 en el que se recolectaron 157 millones. El mildiu ha estado detrás del descenso en las provincias de Huelva y Cádiz, donde se registraron precipitaciones históricas durante el mes de mayo.
En Málaga el patógeno pasó de puntillas y se esperan una cifras parejas a las del pasado ejercicio. Los agricultores destacaron que la falta de lluvias regulares y precipitaciones torrenciales aceleraron el proceso del mildiu debido a que la tierra no pudo absorber tanta agua en tan poco tiempo, lo que generó unas condiciones de humedad altas, lo que unido a las cálidas temperaturas abonaron el terreno para que germinara este patógeno.
A falta de que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Condado de Huelva desvele los datos oficiales que arrojan las 3.685 hectáreas de viñedos que serpentean las tierras condales, las estimaciones sitúan la cifra global ligeramente por encima de los 20,5 millones de kilos. Los bodegueros encuestados por este periódico explican que hay que ser cautos con la cifra, si bien insisten en que fluctuará poco teniendo en consideración la merma con respecto a una cosecha normal en la que los agricultores cortan 31 millones de kilos.
Tres factores han marcado este año el descenso de la producción. El primero de ellos tiene su origen en venir precedidos de una vendimia histórica de 37 millones de kilos. Las leyes naturales en el campo tienden a buscar el equilibrio y este año tocaba cruz en la moneda. Los otros dos factores sí que no entraban en las quinielas. El mildiu (Plasmapora Vitícola) cogió con el paso cambiado a todo el sector. Las atípicas precipitaciones primaverales, principalmente los 150 litros por metro cuadrado en las primeras semanas de mayo, provocaron que el patógeno atacase los viñedos en el delicado periodo de floración de las cepas, lo que coartó de forma abrupta el natural curso evolutivo de la fruta.
La meteorología también se ha mostrado decisiva en el tercer factor: la falta de precipitaciones desde el mes de mayo hasta final de la cosecha ha privado a las bayas de engordar y ver racimos voluptuosos.
En el apartado de buenas noticias encontramos la calidad de la fruta, que no se ha resentido por la presencia de patógenos. Por otra parte, Eladio Mateo, enólogo de Vinícola del Condado, detalló que el grado de azúcar en la vid está cerca de los once grados, un nivel ideal para los afrutados que se alumbran en la comarca. De este modo, tras la fermentación, los caldos ganarán un grado alcohólico que se sitúa en torno a los once y medio.
La cooperativa bollullera informó de que este año han recolectado 3.800.000 kilos de zalema, 200.000 de listán de Huelva, 200.000 de la variedad colombard, 200.000 de moscatel, 300.00 de syrah y 50.000 kilos de tempranillo. Estas cifras suponen un descenso muy importante tanto en las variedades blancas como las tintas. Un duro golpe para los agricultores.
Ceferino Martín, presidente de la Cooperativa Nuestra Señora del Socorro de Rociana del Condado, la segunda más importante en producción de la provincia, avanzó que este año sus socios han llevado a las bodegas 3,5 millones de kilos frente a los 7 del pasado año y los 5,5 de una campaña normal. La contrapartida a este dato lo marca la calidad. La ausencia de lluvia en los meses de estío ha sido nula, lo que ha cercenado las posibilidades de que apareciera el cenizo, otro de los patógenos más agresivos que se ceban con la vid.
La organización agraria COAG ya estimó que en la comunidad de Andalucía la vendimia no superaría el techo de los 120 millones de kilos, frente a un 2015 en el que se recolectaron 157 millones. El mildiu ha estado detrás del descenso en las provincias de Huelva y Cádiz, donde se registraron precipitaciones históricas durante el mes de mayo.
En Málaga el patógeno pasó de puntillas y se esperan una cifras parejas a las del pasado ejercicio. Los agricultores destacaron que la falta de lluvias regulares y precipitaciones torrenciales aceleraron el proceso del mildiu debido a que la tierra no pudo absorber tanta agua en tan poco tiempo, lo que generó unas condiciones de humedad altas, lo que unido a las cálidas temperaturas abonaron el terreno para que germinara este patógeno.
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