ECOLOGISTA SE PONEN EL DISFRAZ PARA CORRER. CONTRA "ENERGIA NUCLEAR ZOMBI" EFE: VERDE
- La
portavoz de ecologista ha insistido en que “no se trata de una protesta
o manifestación”, sino de un acto reivindicativo y solidario
Centenares de ecologistas, muchos de ellos disfrazados de zombis,
han participado hoy en cinco carreras para protestar contra una
"energía nuclear zombi, que tecnológicamente es algo del pasado pero que
no se acaba de terminar", en opinión de la la portavoz de Greenpeace
para temas nucleares, Raquel Montón.
En declaraciones a Efe, Montón ha precisado que las carreras organizadas por Greenpeace se han desarrollado bajo el título “Nuclear Running Dead”
en Miranda de Ebro (Burgos), l’Ametlla de Mar (Tarragona), Gárgoles de
Abajo (Guadalajara), Trujillo (Cáceres) y Valencia, cinco de las seis
provincias españolas en las que hay centrales nucleares.
La
portavoz de ecologista ha insistido en que “no se trata de una protesta
o manifestación”, sino de un acto reivindicativo y solidario, porque la
cuota para participar es de 5 euros, de los cuales la organización se
ha comprometido a donar un euro a la asociación Chernobil Elkartea, del
País Vasco, que atiende a los niños afectados por el desastre nuclear de
Chernóbil en Ucrania en 1986.
Las carreras han
tenido en cada localidad un doble recorrido: uno de 4 kilómetros y otro
de 10, aunque “muchas personas han aprovechado simplemente para
acercarse al lugar y pasear o simplemente sumarse a la crítica contra
las centrales nucleares”.
Raquel Montón se ha mostrado convencida de que la energía nuclear es “una energía acabada” a pesar de los esfuerzos del sector y sus beneficiarios para mantenerla viva.
“Es igual que un
zombi, aunque la diferencia es que se mantiene vivo a base de mentiras y
medias verdades”, ha afirmado la portavoz ecologista.
En
este sentido, ha explicado que los partidarios de mantener las
centrales nucleares aluden a que suponen una gran cantidad de puestos de
trabajo, pero un informe encargado por Greenpeace concluye que el
desmantelamiento de las nucleares españolas generaría unos 300.000 empleos.
Raquel
Montón ha explicado que parte de esos puestos de trabajo, unos 100.000,
estarían directamente vinculados al desmantelamiento de las centrales
durante dos décadas.
“Cerrar las centrales nucleares sería una oportunidad económica y social y, además, es algo inevitable, donde solo falta saber cuándo se producirá”, ha asegurado la portavoz ecologista.
Montón
ha advertido también del problema que puede generar ese
desmantelamiento por la falta de previsión de los fondos suficientes,
que cree que tendrían que estar aportando quienes están obteniendo los
beneficios, que son las compañías eléctricas.
Según
el Plan General de Residuos Nucleares elaborado por la empresa pública
Enresa, el coste aproximado de la gestión de residuos de las centrales
nucleares para los cuarenta años siguientes a su desmantelamiento sería
de 20.200 millones de euros, pero “solo el 30 por ciento de esa cantidad está realmente asegurada en el fondo”, según Raquel Montón.
Considera
que el problema es que el fondo no está bien diseñado y las compañías
eléctricas no están aportando suficiente dinero.
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