CABAÑERO TRATA DE RECUPERAR EL CERNÍCALO PRIMILLA EN EL PARQUE EFE. VERDE

LOS ESCOLARES DE INFANTIL DE ÓRGIVA SE EXAMINAN EN EDUCACIÓN VIAL.

FARO DE MOTRIL

Los alumnos del segundo ciclo de Infantil del Colegio San José de Calasanz de Órgiva han podido conocer la seguridad vial y cómo trabajan los agentes de la Policía Local

Los alumnos del segundo ciclo de Infantil del Colegio Público San José de Calasanz de Órgiva han salido de su rutina diaria y han tenido la oportunidad de vivir en primera persona cómo es el funcionamiento del cuerpo de la Policía Local así como de conocer de cerca la materia de tráfico y seguridad vial. Para ello han asistido a un simulacro de realización del examen teórico para la obtención del permiso de conducción.
Se trata de una iniciativa que ha surgido desde el centro escolar y que está enmarcada en la materia de Seguridad Vial y Regulación de Tráfico en la que vienen trabajando los alumnos del centro desde hace unas semanas. En este caso, los agentes de la Policía Local de Órgiva se han acercado esta mañana hasta el centro para explicarles de forma muy didáctica cómo funciona el dispositivo policial y de paso hacerles la prueba teórica.
Según ha señalado el Jefe de la Policía Local de Órgiva, Antonio Muñoz, “la idea era apoyar la iniciativa del centro escolar explicándoles a los alumnos la función de nuestro trabajo diario con objeto de que empiecen a tener desde pequeños una visión cercana de nuestro desempeño y dejando fuera tópicos como los de pone multas”. Asimismo ha añadido que “el simulacro de examen del permiso de conducción lo han realizado satisfactoriamente lo que evidencia que la educación vial está muy metida en las aulas.”
Los pequeños han conocido qué es un Policía Local, cuál es su vestimenta y qué elementos lleva. Asimismo los alumnos han podido comprobar in situ el funcionamiento del coche de la policía, con los diferentes tipos de luces y sonidos, así como los materiales que llevan en caso de emergencias.
La charla se ha impartido a los alumnos de tres a cinco años. Las caras de los más pequeños eran de “auténtico entusiasmo” ha apuntado Muñoz.