LAS VIDES TINTAS RESISTEN AL MIDIUM Y SU PRODUCCIÓN SOLO SE RESENTIRA UN 10% HUELVA INFORMACIÓN
La vendimia de las variedades cabernet sauvignon, syrah y tempranillo se retrasa este año La recolección de la uva moscatel alcanzará esta campaña los 11.000 kilos
La vendimia de variedades tintas se retrasará ligeramente este año. El fruto presenta un estado sanitario bastante bueno gracias a las benignas condiciones meteorológicas de lo que llevamos de verano, si bien será determinante este comportamiento durante el mes de agosto en el que la vid culmina su fase de maduración. Por suerte, la mayor resistencia de estas variedades al mildium (plasmapora vitícola) permite ser meridianamente optimistas y vaticinar que el descenso de producción no serán tan acusado como en las variedades blancas. Se habla de un 10%, aunque el sector mantiene la cautela y afirma que es pronto para concretar cifras.
En la zalema la realidad es mucho más dura. La variedad autóctona y santo y seña de la comarca, que representa cerca del 90% de toda la producción y con la que se elaboran los afamados blancos afrutados, ha sufrido con mayor virulencia el ataque del patógeno. Si en la campaña de 2015 las 3.685 hectáreas de viñedos de la comarca produjeron 37,8 millones de kilos, lo que representó un incremento del 25%, este año, por el contrario, se estima un descenso del 35% con respecto a una producción media que suele rondar los 31 millones de kilos.
En Rociana del Condado, la Cooperativa Nuestra Señora del Socorro arrancará la campaña de la tinta a mediados de agosto. En Bollullos el enólogo de Vinícola del Condado, Eladio Mateo, explicó que la variedad tempranillo es la única que no sufrirá retraso, ya que al afectarle el mildium y presentar sus cepas un menor número de racimos, su maduración se ha acelerado y se recogerá antes que la syrah.
En el Condado, el banderazo de salida lo protagonizó la Bodega Marqués de Villalúa, que a finales de julio comenzó con la recolección de la moscatel, que ocupa d de las 7 hectáreas que en tiene la empresa villalbera. En total, 11.000 kilos que se sumarán a las que renten las otras dos hectáreas de moscatel de Alejandría y otras tantas hectáreas de listán de Huelva, pedro ximénez y sauvignon blanc. Sus estimaciones son de 72.000 kilos en este 2016.
La bodega tiene el privilegio de concentrar toda su producción frente a las instalaciones vitivinícolas, lo que le permite cortar la vid en su punto óptimo de envero y proceder a su molturación a escasos minutos de ser cortada, privando a la fruta de sufrir las altas temperaturas que se registran en estas fechas.
El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Condado de Huelva, Manuel Infante, explicó que las variedades tintas que se cultivan en la zona tendrán aún que esperar, pues se encuentran al 80 u 85% de envero (maduración óptima) para su recolección.
En la zona se cultivan las variedades cabernet sauvignon, syrah y tempranillo con las que se elaboran los distintos vinos tintos que han permitido ampliar el catálogo de caldos que se alumbran en la zona.
El problema que más preocupación despierta viene sobrevenido por el mildium, que podría haber acabado con el 35 o 40% de la producción de zalema, sobre todo en zonas como La Palma del Condado, Trigueros, Rociana o Moguer, donde el patógeno se ha mostrado especialmente feroz.
Con independencia de ello, el perito agrónomo de la Cooperativa Vitivinícola Condado de Huelva, Víctor Núñez, indicó que el pronóstico ha de ser tomado con cautela. La vendimia se retrasará este año, por lo que aún resta enfilar la fase final de la campaña en la que siempre suele ser decisiva a la hora de inclinar la balanza a uno u otro lado. Por ejemplo, este año está siendo un verano muy saludable puesto que, según el perito, "la amplitud térmica (diferencia de temperatura diurna y nocturna) está siendo muy alta, lo que favorece la maduración". Por otra parte, insiste, la abundante cantidad de lluvia de la primavera contribuye a que las cepas no hayan sufrido estrés hídrico, por lo que podrán rendir mucho mejor los racimos que no se han perdido.
La lucha contra el mildium ha sido este año titánica, sabedores los agricultores de que se trata de una enfermedad que puede llegar a trastocar el ciclo vegetativo de la planta y, en casos extremos, producir una defoliación prematura, al quedarse sin posibilidades de llevar a cabo la fotosíntesis. Generalmente, los tratamientos preventivos en la poda y la fumigación mantienen cada año a raya al patógeno. ¿Cuál fue el elemento diferencial este año para que estos tratamientos no diesen los resultados esperados? Pues principalmente las atípicas lluvias caídas durante el ecuador de la primavera, precisamente en el momento en el que el estado fenólico de la fruta es más sensible. En el peor de los escenarios alguien podía prever que las nubes descargara en la comarca 60 litros por metro cuadrado durante el mes de abril. Que fueran 150 en los primeros diez días de mayo era algo inimaginable. Al ser un volumen de agua tan enorme y tan seguido, no se pudo actuar hasta que dejó de llover y, para entonces, la mayor parte del daño ya estaba hecho.
En los cultivos ecológicos, los daños podrían ser mayores, puesto que en los tratamientos sólo pueden aplicarse productos naturales, azufre, cobre y fortificante en los fungicidas.
Ante este escenario, el Consejo Sectorial del Vino de Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva, ya solicitó ayuda a la Delegación de Agricultura para estudiar medidas que puedan mitigar los daños ocasionados por los patógenos que mermaran de forma considerable la producción de vinos. Esta demanda fue respaldada por las diez cooperativas del sector todas ellas amparadas por la DO Condado de Huelva: Nuestra Señora del Socorro (Rociana del Condado); Vinícola del Condado (Bollullos); Agroalimentaria Virgen del Rocío (Almonte); Inmaculada Concepción, (Trigueros), Nuestra Señora de la Estrella de (Chucena); Nuestra Señora de la Guía (La Palma del Condado); Santa Águeda de (Villalba del Alcor); Santa María Salomé (Bonares); Nuestra Señora de los Remedios (Villarrasa) y Vinícola Manzanillera (Manzanilla).
En la zalema la realidad es mucho más dura. La variedad autóctona y santo y seña de la comarca, que representa cerca del 90% de toda la producción y con la que se elaboran los afamados blancos afrutados, ha sufrido con mayor virulencia el ataque del patógeno. Si en la campaña de 2015 las 3.685 hectáreas de viñedos de la comarca produjeron 37,8 millones de kilos, lo que representó un incremento del 25%, este año, por el contrario, se estima un descenso del 35% con respecto a una producción media que suele rondar los 31 millones de kilos.
En Rociana del Condado, la Cooperativa Nuestra Señora del Socorro arrancará la campaña de la tinta a mediados de agosto. En Bollullos el enólogo de Vinícola del Condado, Eladio Mateo, explicó que la variedad tempranillo es la única que no sufrirá retraso, ya que al afectarle el mildium y presentar sus cepas un menor número de racimos, su maduración se ha acelerado y se recogerá antes que la syrah.
En el Condado, el banderazo de salida lo protagonizó la Bodega Marqués de Villalúa, que a finales de julio comenzó con la recolección de la moscatel, que ocupa d de las 7 hectáreas que en tiene la empresa villalbera. En total, 11.000 kilos que se sumarán a las que renten las otras dos hectáreas de moscatel de Alejandría y otras tantas hectáreas de listán de Huelva, pedro ximénez y sauvignon blanc. Sus estimaciones son de 72.000 kilos en este 2016.
La bodega tiene el privilegio de concentrar toda su producción frente a las instalaciones vitivinícolas, lo que le permite cortar la vid en su punto óptimo de envero y proceder a su molturación a escasos minutos de ser cortada, privando a la fruta de sufrir las altas temperaturas que se registran en estas fechas.
El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Condado de Huelva, Manuel Infante, explicó que las variedades tintas que se cultivan en la zona tendrán aún que esperar, pues se encuentran al 80 u 85% de envero (maduración óptima) para su recolección.
En la zona se cultivan las variedades cabernet sauvignon, syrah y tempranillo con las que se elaboran los distintos vinos tintos que han permitido ampliar el catálogo de caldos que se alumbran en la zona.
El problema que más preocupación despierta viene sobrevenido por el mildium, que podría haber acabado con el 35 o 40% de la producción de zalema, sobre todo en zonas como La Palma del Condado, Trigueros, Rociana o Moguer, donde el patógeno se ha mostrado especialmente feroz.
Con independencia de ello, el perito agrónomo de la Cooperativa Vitivinícola Condado de Huelva, Víctor Núñez, indicó que el pronóstico ha de ser tomado con cautela. La vendimia se retrasará este año, por lo que aún resta enfilar la fase final de la campaña en la que siempre suele ser decisiva a la hora de inclinar la balanza a uno u otro lado. Por ejemplo, este año está siendo un verano muy saludable puesto que, según el perito, "la amplitud térmica (diferencia de temperatura diurna y nocturna) está siendo muy alta, lo que favorece la maduración". Por otra parte, insiste, la abundante cantidad de lluvia de la primavera contribuye a que las cepas no hayan sufrido estrés hídrico, por lo que podrán rendir mucho mejor los racimos que no se han perdido.
La lucha contra el mildium ha sido este año titánica, sabedores los agricultores de que se trata de una enfermedad que puede llegar a trastocar el ciclo vegetativo de la planta y, en casos extremos, producir una defoliación prematura, al quedarse sin posibilidades de llevar a cabo la fotosíntesis. Generalmente, los tratamientos preventivos en la poda y la fumigación mantienen cada año a raya al patógeno. ¿Cuál fue el elemento diferencial este año para que estos tratamientos no diesen los resultados esperados? Pues principalmente las atípicas lluvias caídas durante el ecuador de la primavera, precisamente en el momento en el que el estado fenólico de la fruta es más sensible. En el peor de los escenarios alguien podía prever que las nubes descargara en la comarca 60 litros por metro cuadrado durante el mes de abril. Que fueran 150 en los primeros diez días de mayo era algo inimaginable. Al ser un volumen de agua tan enorme y tan seguido, no se pudo actuar hasta que dejó de llover y, para entonces, la mayor parte del daño ya estaba hecho.
En los cultivos ecológicos, los daños podrían ser mayores, puesto que en los tratamientos sólo pueden aplicarse productos naturales, azufre, cobre y fortificante en los fungicidas.
Ante este escenario, el Consejo Sectorial del Vino de Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva, ya solicitó ayuda a la Delegación de Agricultura para estudiar medidas que puedan mitigar los daños ocasionados por los patógenos que mermaran de forma considerable la producción de vinos. Esta demanda fue respaldada por las diez cooperativas del sector todas ellas amparadas por la DO Condado de Huelva: Nuestra Señora del Socorro (Rociana del Condado); Vinícola del Condado (Bollullos); Agroalimentaria Virgen del Rocío (Almonte); Inmaculada Concepción, (Trigueros), Nuestra Señora de la Estrella de (Chucena); Nuestra Señora de la Guía (La Palma del Condado); Santa Águeda de (Villalba del Alcor); Santa María Salomé (Bonares); Nuestra Señora de los Remedios (Villarrasa) y Vinícola Manzanillera (Manzanilla).
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