Córdoba carece de pantano o río con las condiciones aptas para poder sumergirse en ellos Ningún ayuntamiento ha presentado la solicitud correspondiente a la Consejería de Salud
Un verano más y, ya van nueve, Córdoba sigue sin tener una zona de baño continental autorizada por parte de las administraciones sanitarias competentes. Eso significa que el baño no está permitido en ninguno de estos espacios, que van desde los embalses hasta playas -como la de Valdearenas, en la localidad de Iznájar y a los pies de su pantano- hasta por ejemplo el de Vadomojón, en la comarca del Guadajoz, donde en pleno verano no es difícil ver embarcaciones y algún que otro bañista en sus aguas sin temor alguno. Son los ayuntamientos los que tienen que solicitar el permiso necesario para dar de alta la zona de baño, una demanda que la Junta tuvo que comunicar antes del 20 de marzo al Ministerio de Sanidad, que es el órgano que tiene que dar el visto bueno definitivo y el que concede o no la autorización.
Sin embargo, este año en Salud no han recibido ninguna solicitud para permitir el baño en las aguas continentales de la provincia, según expone el jefe de servicio de Salud Pública de la Junta en Córdoba, Francisco Antón, quien señala a el Día que ante esta circunstancia cualquier persona que decida bañarse en estos cauces tiene que tener en cuenta "el peligro que corre", ya que no tienen autorización sanitaria. Entre ellos, Antón alude al hecho de que la calidad del agua "no sea buena, que haya elementos cortantes o la presencia de corrientes". Aún así, reconoce que al final "cada persona decide lo que hace".
El jefe de servicio de Salud Pública también hace referencia al proceso que ha de seguir cada ayuntamiento para lograr la autorización y los factores que tienen que cumplir estas aguas continentales para poder conseguir el visto bueno de la administración. Entre otros, se encuentran la calidad del agua y la seguridad de los bañistas. Anota que los consistorios suelen presentar esta demanda a finales de cada ejercicio o a principios del siguiente -en previsión de la temporada veraniega- para que los técnicos puedan valorar si cumplen con todos los requisitos necesarios. Uno de los elementos que se tienen en cuenta para determinar la salubridad del agua son la transparencia, el color, la presencia de residuos alquitranados o deshechos materiales flotantes, como maderas o plásticos, entre otras sustancias. Los requisitos para permitir el baño en un embalse o el cauce de un río son muy estrictos y, de hecho, en toda Andalucía sólo hay dos provincias que disponen de áreas aptas, como son las de Almería y la de Granada; ésta última cuenta con media docena de zonas de baño continental.
En Córdoba, una de las zonas continentales de baño es el embalse de Iznájar -el mayor de toda Andalucía-, convertido en una socorrida playa en la comarca de la Subbética que hace las delicias de numerosos vecinos y turistas cada año. Sin embargo, este año tampoco tiene la correspondiente autorización para que los usuarios puedan darse un chapuzón en este gran pantano. El propio alcalde, Lope Ruiz (PSOE), confirma que "no han pedido la autorización". Aun así, reconoce también que "la gente está viniendo". Tampoco el embalse de La Breña, ni el de Vadomojón, cuenta con autorización, por lo que en estas aguas continentales el baño también está prohibido.
Desde el año 2008, cuando entró en vigor la nueva normativa, la Secretaría General de Calidad, Innovación y Salud Pública se encarga de la elaboración del censo de aguas de baño de Andalucía. La Junta recuerda que este inventario requiere la "implicación" de todas las administraciones competentes en la gestión de las aguas y que se realiza sobre la base de las propuestas de los ayuntamientos consultados.
Durante la temporada de baño, además, las administraciones están obligadas a proporcionar información sobre la calidad de las zonas de baño; los sitios sin censar escapan a esta vigilancia y, por tanto, los riesgos se multiplican, advierte la Junta. Además del preceptivo estudio de calidad sanitaria obligatorio al inicio de la temporada, existen informes quincenales. Y, además, en las inmediaciones de cada zona de baño el Consistorio correspondiente tiene que facilitar información sobre el plan de limpieza, el grado de cumplimiento de los requisitos de calidad o la descripción del sitio y de las infraestructuras disponibles. Aparte del control que realiza la Consejería de Salud, el Ministerio de Sanidad cuenta igualmente con un sistema de información nacional de aguas de baño denominado Náyade. Se trata de un portal abierto a la ciudadanía que ofrece informes técnicos, un buzón para el ciudadano y diversa información de interés.
Sin embargo, este año en Salud no han recibido ninguna solicitud para permitir el baño en las aguas continentales de la provincia, según expone el jefe de servicio de Salud Pública de la Junta en Córdoba, Francisco Antón, quien señala a el Día que ante esta circunstancia cualquier persona que decida bañarse en estos cauces tiene que tener en cuenta "el peligro que corre", ya que no tienen autorización sanitaria. Entre ellos, Antón alude al hecho de que la calidad del agua "no sea buena, que haya elementos cortantes o la presencia de corrientes". Aún así, reconoce que al final "cada persona decide lo que hace".
El jefe de servicio de Salud Pública también hace referencia al proceso que ha de seguir cada ayuntamiento para lograr la autorización y los factores que tienen que cumplir estas aguas continentales para poder conseguir el visto bueno de la administración. Entre otros, se encuentran la calidad del agua y la seguridad de los bañistas. Anota que los consistorios suelen presentar esta demanda a finales de cada ejercicio o a principios del siguiente -en previsión de la temporada veraniega- para que los técnicos puedan valorar si cumplen con todos los requisitos necesarios. Uno de los elementos que se tienen en cuenta para determinar la salubridad del agua son la transparencia, el color, la presencia de residuos alquitranados o deshechos materiales flotantes, como maderas o plásticos, entre otras sustancias. Los requisitos para permitir el baño en un embalse o el cauce de un río son muy estrictos y, de hecho, en toda Andalucía sólo hay dos provincias que disponen de áreas aptas, como son las de Almería y la de Granada; ésta última cuenta con media docena de zonas de baño continental.
En Córdoba, una de las zonas continentales de baño es el embalse de Iznájar -el mayor de toda Andalucía-, convertido en una socorrida playa en la comarca de la Subbética que hace las delicias de numerosos vecinos y turistas cada año. Sin embargo, este año tampoco tiene la correspondiente autorización para que los usuarios puedan darse un chapuzón en este gran pantano. El propio alcalde, Lope Ruiz (PSOE), confirma que "no han pedido la autorización". Aun así, reconoce también que "la gente está viniendo". Tampoco el embalse de La Breña, ni el de Vadomojón, cuenta con autorización, por lo que en estas aguas continentales el baño también está prohibido.
Desde el año 2008, cuando entró en vigor la nueva normativa, la Secretaría General de Calidad, Innovación y Salud Pública se encarga de la elaboración del censo de aguas de baño de Andalucía. La Junta recuerda que este inventario requiere la "implicación" de todas las administraciones competentes en la gestión de las aguas y que se realiza sobre la base de las propuestas de los ayuntamientos consultados.
Durante la temporada de baño, además, las administraciones están obligadas a proporcionar información sobre la calidad de las zonas de baño; los sitios sin censar escapan a esta vigilancia y, por tanto, los riesgos se multiplican, advierte la Junta. Además del preceptivo estudio de calidad sanitaria obligatorio al inicio de la temporada, existen informes quincenales. Y, además, en las inmediaciones de cada zona de baño el Consistorio correspondiente tiene que facilitar información sobre el plan de limpieza, el grado de cumplimiento de los requisitos de calidad o la descripción del sitio y de las infraestructuras disponibles. Aparte del control que realiza la Consejería de Salud, el Ministerio de Sanidad cuenta igualmente con un sistema de información nacional de aguas de baño denominado Náyade. Se trata de un portal abierto a la ciudadanía que ofrece informes técnicos, un buzón para el ciudadano y diversa información de interés.
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