EL FUEGO DE SAN JUAN ILUMINA LA COSTA GRANADA HOY
El litoral granadino se convirtió anoche en una inmensa fiesta alumbrada por las hogueras tradicionales de la noche de San Juan, que se podían ver desde cualquier punto de la costa. Desde que las tres grandes localidades apostaran por declarar el día 24 como festivo, muchos menos consultaban el reloj a la hora de volver a casa, por lo que la noche fue larga y la madrugada también.
Los restaurantes, chiringuitos y bares notaron que esta fecha se trata del pistoletazo de salida no sólo del verano, sino de la temporada alta de ventas, con sus terrazas y locales llenos. Los paseos también estaban muy animados y el público de todas las edades se divertía, cada uno a su manera. Afortunadamente para todos, las temperaturas acompañaron.
También hicieron buena caja las tiendas de alimentación y supermercados, donde los clientes arrasaron literalmente las estanterías desde el día anterior, con todas las ofertas creadas para esta ocasión, como bebidas de todo tipo, carne para hacer pinchitos, morcilla o chorizo, que esa noche fueron consumidos en una oda al colesterol.
A lo largo de toda la Costa Tropical, los programas de los distintos ayuntamientos completaron la oferta lúdica para que siempre hubiese algo que hacer durante la velada, antes y después del tradicional salto encima de las llamas, el baño a medianoche o el lavado de cara para los más frioleros. El público joven no sabía muy bien si aquello podría atraer buena fortuna o no, pero las ganas de fiesta eran tantas que al final era lo de menos. Y lo 'de más', estar con los amigos y lucir tipazo en bañador.
En Motril, a partir de las 22:30 horas, en la playa del Cable comenzó una fiesta de la espuma y se instalaron puestos de globoflexia, un colchón con un tobogán y otro de superhéroes, que hicieron las delicias de los más pequeños. También hubo música en directo para amenizar la velada.
A medianoche, con el tradicional encendido de la hoguera, tuvo lugar un espectáculo pirotécnico, de los que tanto disfruta el público en la Costa en un marco privilegiado como es la playa. Una sesión de música a cargo de un DJ hizo vibrar a los jóvenes hasta la madrugada.
En Almuñécar, la principal preocupación de su concejal de Medio Ambiente y responsable de Playas, Luis Aragón, era que el litoral estuviera a la altura, después de la consabida polémica sobre el pésimo estado de las playas tras la falta de actuación de Costas, que podría causar una imagen nefasta ante los primeros turistas. Las fuerzas de la naturaleza tampoco se lo pusieron fácil, puesto que hace apenas unos días hubo nuevos temporales de poniente. Sin embargo, tras un duro trabajo, todo quedó listo para la avalancha de bañistas, que disfrutaron de una franja costera limpia, como también les pidió la alcaldesa Trinidad Herrera en un bando que la dejaran. De hecho, según comenta el hotelero Rafael Lamelas la ciudad sexitana se convierte "año tras año, en ejemplo de civismo, y al día siguiente las playas lucen como si nada hubiera pasado la noche antes".
Mucho en ello también tienen que ver los servicios de limpieza de los diversos municipios, que se afanan de madrugada en retirar toneladas de restos de esta alocada noche. Como curiosidad, este año se ha estrenado con esta actuación la empresa Urbaser, que se encarga a partir de ahora de que las playas sexitanas luzcan impecables.
En Salobreña, el día inaugural de sus fiestas coincidió esta año con la noche de San Juan, por lo que el ambiente lúdico embargaba especialmente ayer a esta localidad que mira hacia el mar, tanto desde lo alto del promontorio como desde la multitud de apartamentos turísticos que están en primera o segunda línea de playa. Por la tarde, tuvo lugar el pasacalles, con dos novedades, uno visible y otra auditiva, y es que en el primer caso sus protagonistas lucieron trajes nuevos, mientras que en el segundo se han suprimido los cohetes en atención a los niños que sufren trastornos de conducta o hipersensibilidad auditiva, una decisión que la concejala de Fiestas, María José García, dijo que ha sido muy celebrada. Una sesión del DJ y locutor Moisés Franco caldeó el ambiente al principio de la noche, que continuó con un castillo de fuegos artificiales y las hogueras a medianoche. Pero los aficionados a la fiesta, tienen más actividades durante todo el fin de semana, hasta el domingo.
Para que todo saliera conforme a lo previsto, los distintos ayuntamientos habían previsto sus correspondientes dispositivos de seguridad, ante los incidentes típicos de todos los años, relacionados con alcohol o pequeñas reyertas. Sin embargo, el civismo suele ser la nota dominante, empañada tan sólo por los que se empeñan en arrojar al fuego lo que encuentran a su paso, que en algunos casos forma parte del mobiliario urbano (pasarelas y casetas, sobre todo) y que, sumado, supone miles de euros para los Consistorios y, por ende, a los ciudadanos.
En Almuñécar, el dispositivo contó para su seguridad con un centenar de agentes, tanto de la Guardia Civil como de la Policía Local, con el apoyo de Protección Civil y Bomberos de Almuñécar, mientras que en Motril fueron 64 efectivos personales y 20 vehículos, que trabajarán hasta hoy en tres turnos sin descanso.
El operativo especial concluirá esta noche, para que a la llegada de turistas del fin de semana no haya ni una sola tienda de campaña en la arena.
El litoral granadino se convirtió anoche en una inmensa fiesta alumbrada por las hogueras tradicionales de la noche de San Juan, que se podían ver desde cualquier punto de la costa. Desde que las tres grandes localidades apostaran por declarar el día 24 como festivo, muchos menos consultaban el reloj a la hora de volver a casa, por lo que la noche fue larga y la madrugada también.
Los restaurantes, chiringuitos y bares notaron que esta fecha se trata del pistoletazo de salida no sólo del verano, sino de la temporada alta de ventas, con sus terrazas y locales llenos. Los paseos también estaban muy animados y el público de todas las edades se divertía, cada uno a su manera. Afortunadamente para todos, las temperaturas acompañaron.
También hicieron buena caja las tiendas de alimentación y supermercados, donde los clientes arrasaron literalmente las estanterías desde el día anterior, con todas las ofertas creadas para esta ocasión, como bebidas de todo tipo, carne para hacer pinchitos, morcilla o chorizo, que esa noche fueron consumidos en una oda al colesterol.
A lo largo de toda la Costa Tropical, los programas de los distintos ayuntamientos completaron la oferta lúdica para que siempre hubiese algo que hacer durante la velada, antes y después del tradicional salto encima de las llamas, el baño a medianoche o el lavado de cara para los más frioleros. El público joven no sabía muy bien si aquello podría atraer buena fortuna o no, pero las ganas de fiesta eran tantas que al final era lo de menos. Y lo 'de más', estar con los amigos y lucir tipazo en bañador.
En Motril, a partir de las 22:30 horas, en la playa del Cable comenzó una fiesta de la espuma y se instalaron puestos de globoflexia, un colchón con un tobogán y otro de superhéroes, que hicieron las delicias de los más pequeños. También hubo música en directo para amenizar la velada.
A medianoche, con el tradicional encendido de la hoguera, tuvo lugar un espectáculo pirotécnico, de los que tanto disfruta el público en la Costa en un marco privilegiado como es la playa. Una sesión de música a cargo de un DJ hizo vibrar a los jóvenes hasta la madrugada.
En Almuñécar, la principal preocupación de su concejal de Medio Ambiente y responsable de Playas, Luis Aragón, era que el litoral estuviera a la altura, después de la consabida polémica sobre el pésimo estado de las playas tras la falta de actuación de Costas, que podría causar una imagen nefasta ante los primeros turistas. Las fuerzas de la naturaleza tampoco se lo pusieron fácil, puesto que hace apenas unos días hubo nuevos temporales de poniente. Sin embargo, tras un duro trabajo, todo quedó listo para la avalancha de bañistas, que disfrutaron de una franja costera limpia, como también les pidió la alcaldesa Trinidad Herrera en un bando que la dejaran. De hecho, según comenta el hotelero Rafael Lamelas la ciudad sexitana se convierte "año tras año, en ejemplo de civismo, y al día siguiente las playas lucen como si nada hubiera pasado la noche antes".
Mucho en ello también tienen que ver los servicios de limpieza de los diversos municipios, que se afanan de madrugada en retirar toneladas de restos de esta alocada noche. Como curiosidad, este año se ha estrenado con esta actuación la empresa Urbaser, que se encarga a partir de ahora de que las playas sexitanas luzcan impecables.
En Salobreña, el día inaugural de sus fiestas coincidió esta año con la noche de San Juan, por lo que el ambiente lúdico embargaba especialmente ayer a esta localidad que mira hacia el mar, tanto desde lo alto del promontorio como desde la multitud de apartamentos turísticos que están en primera o segunda línea de playa. Por la tarde, tuvo lugar el pasacalles, con dos novedades, uno visible y otra auditiva, y es que en el primer caso sus protagonistas lucieron trajes nuevos, mientras que en el segundo se han suprimido los cohetes en atención a los niños que sufren trastornos de conducta o hipersensibilidad auditiva, una decisión que la concejala de Fiestas, María José García, dijo que ha sido muy celebrada. Una sesión del DJ y locutor Moisés Franco caldeó el ambiente al principio de la noche, que continuó con un castillo de fuegos artificiales y las hogueras a medianoche. Pero los aficionados a la fiesta, tienen más actividades durante todo el fin de semana, hasta el domingo.
Para que todo saliera conforme a lo previsto, los distintos ayuntamientos habían previsto sus correspondientes dispositivos de seguridad, ante los incidentes típicos de todos los años, relacionados con alcohol o pequeñas reyertas. Sin embargo, el civismo suele ser la nota dominante, empañada tan sólo por los que se empeñan en arrojar al fuego lo que encuentran a su paso, que en algunos casos forma parte del mobiliario urbano (pasarelas y casetas, sobre todo) y que, sumado, supone miles de euros para los Consistorios y, por ende, a los ciudadanos.
En Almuñécar, el dispositivo contó para su seguridad con un centenar de agentes, tanto de la Guardia Civil como de la Policía Local, con el apoyo de Protección Civil y Bomberos de Almuñécar, mientras que en Motril fueron 64 efectivos personales y 20 vehículos, que trabajarán hasta hoy en tres turnos sin descanso.
El operativo especial concluirá esta noche, para que a la llegada de turistas del fin de semana no haya ni una sola tienda de campaña en la arena.
Los restaurantes, chiringuitos y bares notaron que esta fecha se trata del pistoletazo de salida no sólo del verano, sino de la temporada alta de ventas, con sus terrazas y locales llenos. Los paseos también estaban muy animados y el público de todas las edades se divertía, cada uno a su manera. Afortunadamente para todos, las temperaturas acompañaron.
También hicieron buena caja las tiendas de alimentación y supermercados, donde los clientes arrasaron literalmente las estanterías desde el día anterior, con todas las ofertas creadas para esta ocasión, como bebidas de todo tipo, carne para hacer pinchitos, morcilla o chorizo, que esa noche fueron consumidos en una oda al colesterol.
A lo largo de toda la Costa Tropical, los programas de los distintos ayuntamientos completaron la oferta lúdica para que siempre hubiese algo que hacer durante la velada, antes y después del tradicional salto encima de las llamas, el baño a medianoche o el lavado de cara para los más frioleros. El público joven no sabía muy bien si aquello podría atraer buena fortuna o no, pero las ganas de fiesta eran tantas que al final era lo de menos. Y lo 'de más', estar con los amigos y lucir tipazo en bañador.
En Motril, a partir de las 22:30 horas, en la playa del Cable comenzó una fiesta de la espuma y se instalaron puestos de globoflexia, un colchón con un tobogán y otro de superhéroes, que hicieron las delicias de los más pequeños. También hubo música en directo para amenizar la velada.
A medianoche, con el tradicional encendido de la hoguera, tuvo lugar un espectáculo pirotécnico, de los que tanto disfruta el público en la Costa en un marco privilegiado como es la playa. Una sesión de música a cargo de un DJ hizo vibrar a los jóvenes hasta la madrugada.
En Almuñécar, la principal preocupación de su concejal de Medio Ambiente y responsable de Playas, Luis Aragón, era que el litoral estuviera a la altura, después de la consabida polémica sobre el pésimo estado de las playas tras la falta de actuación de Costas, que podría causar una imagen nefasta ante los primeros turistas. Las fuerzas de la naturaleza tampoco se lo pusieron fácil, puesto que hace apenas unos días hubo nuevos temporales de poniente. Sin embargo, tras un duro trabajo, todo quedó listo para la avalancha de bañistas, que disfrutaron de una franja costera limpia, como también les pidió la alcaldesa Trinidad Herrera en un bando que la dejaran. De hecho, según comenta el hotelero Rafael Lamelas la ciudad sexitana se convierte "año tras año, en ejemplo de civismo, y al día siguiente las playas lucen como si nada hubiera pasado la noche antes".
Mucho en ello también tienen que ver los servicios de limpieza de los diversos municipios, que se afanan de madrugada en retirar toneladas de restos de esta alocada noche. Como curiosidad, este año se ha estrenado con esta actuación la empresa Urbaser, que se encarga a partir de ahora de que las playas sexitanas luzcan impecables.
En Salobreña, el día inaugural de sus fiestas coincidió esta año con la noche de San Juan, por lo que el ambiente lúdico embargaba especialmente ayer a esta localidad que mira hacia el mar, tanto desde lo alto del promontorio como desde la multitud de apartamentos turísticos que están en primera o segunda línea de playa. Por la tarde, tuvo lugar el pasacalles, con dos novedades, uno visible y otra auditiva, y es que en el primer caso sus protagonistas lucieron trajes nuevos, mientras que en el segundo se han suprimido los cohetes en atención a los niños que sufren trastornos de conducta o hipersensibilidad auditiva, una decisión que la concejala de Fiestas, María José García, dijo que ha sido muy celebrada. Una sesión del DJ y locutor Moisés Franco caldeó el ambiente al principio de la noche, que continuó con un castillo de fuegos artificiales y las hogueras a medianoche. Pero los aficionados a la fiesta, tienen más actividades durante todo el fin de semana, hasta el domingo.
Para que todo saliera conforme a lo previsto, los distintos ayuntamientos habían previsto sus correspondientes dispositivos de seguridad, ante los incidentes típicos de todos los años, relacionados con alcohol o pequeñas reyertas. Sin embargo, el civismo suele ser la nota dominante, empañada tan sólo por los que se empeñan en arrojar al fuego lo que encuentran a su paso, que en algunos casos forma parte del mobiliario urbano (pasarelas y casetas, sobre todo) y que, sumado, supone miles de euros para los Consistorios y, por ende, a los ciudadanos.
En Almuñécar, el dispositivo contó para su seguridad con un centenar de agentes, tanto de la Guardia Civil como de la Policía Local, con el apoyo de Protección Civil y Bomberos de Almuñécar, mientras que en Motril fueron 64 efectivos personales y 20 vehículos, que trabajarán hasta hoy en tres turnos sin descanso.
El operativo especial concluirá esta noche, para que a la llegada de turistas del fin de semana no haya ni una sola tienda de campaña en la arena.
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