LALANZADERA NO CUAJA DIARIO DE SEVILLA
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La línea de Tussam que une la Cartuja con Blas Infante apenas
transporta a unas 40 personas en una mañana tres meses después de su
inauguración
A
la lanzadera que une Blas Infante con la Cartuja le está costando ganar
adeptos. En una prueba realizada a las tres de la tarde dos semanas
después de su inauguración -comenzó a prestar servicio el 18 de
septiembre- sólo cinco personas se subieron al autobús de Tussam durante
un recorrido de ida y vuelta. Casi tres meses después, a la misma hora,
los pasajeros no superan la decena, a pesar de las numerosas voces que
durante varios años reclamaron al Ayuntamiento de Sevilla la puesta en
marcha de esta línea
Quince días después de que se iniciara el servicio ,
un conductor de Tussam aseguraba que durante la mañana sólo transportaba
a unas 15 ó 20 personas. Hoy, esa cifra se acerca a los 40, según otro
trabajador de la empresa municipal. Éste es un número insuficiente si se
tiene en cuenta que los vehículos articulados que realizan este
servicio miden 18 metros y tienen capacidad para transportar a unas 140
personas.
La situación no es mejor por la tarde. Sobre las tres
menos cuarto, en plena hora punta, mientras que el C1 y el C2 están
abarrotados de estudiantes que acuden a la Escuela Superior de
Ingeniería y a la Facultad de Comunicación, principalmente, la lanzadera
sólo transporta a nueve personas. "Hay que darle tiempo", indica el
conductor. "Creo que los estudiantes serán unos grandes usuarios de este
servicio". De momento no se equivoca. Ocho de los nueve pasajeros que
transporta se bajan en los dos centros académicos que la Hispalense
tiene en la Cartuja.
"No me gustaría que lo quitaran. Yo vivo en Mairena
del Aljarafe y desde que pusieron este autobús tardo mucho menos tiempo
en llegar a la facultad, pero reconozco que no lo usa mucha gente", dice
un estudiante de Periodismo. "Tengo dudas de que al Ayuntamiento le
resulte rentable", añade.
La lanzadera circula en hora punta, de siete a diez y
media de la mañana y de una a cuatro y media de la tarde. La Escuela
Superior de Ingeniería es el punto más lejano al que llega el autobús.
La parada se encuentra en el giro de la avenida de los Descubrimientos.
Una señal vertical indica su ubicación. "He preguntado a dos compañeros
si sabían dónde estaba la parada y ninguno lo sabía. Uno, incluso, me ha
dicho que no sabía de qué hablaba", admite una estudiante de Ingeniería
Industrial.
Son más de las tres de la tarde y sólo tres personas
se suben en la parada de la Escuela de la Universidad de Sevilla. Hay
cuatro pasajeros y uno de ellos se ha equivocado. "¿Éste no es el C1?",
pregunta una mujer al percatarse de su error. "Estaba distraída y he
creído leer C1 en vez de LC", comenta la mujer, que acaba bajándose en
la misma calle en la que se subió tras dar la vuelta a la Cartuja.
En otra prueba minutos más tarde, el vehículo viaja
con una única pasajera desde Torre Triana hasta Blas Infante, la
periodista. Son algo más de cuatro kilómetros por la Avenida Expo'92 y
la carretera Cádiz-Huelva hasta entrar en la calle Rubén Darío. Todo el
recorrido hasta Blas Infante discurre en un silencio sólo roto por los
vaivenes del autobús.
Son las cuatro menos cuarto y aún faltan 45 minutos
para que finalice el servicio por hoy. El conductor espera pacientemente
la llegada de pasajeros pero, tras estacionar hasta dos trenes en la
estación de Metro, el conductor reanuda su marcha hacia la Cartuja con
un único viajero.
El gobierno local insiste en que aún es pronto para
realizar un balance. La primera evaluación oficial se realizará seis
meses después de su inauguración. La iniciativa se considerará viable si
se consigue ocupar el 60% de las plazas de los autobuses.
No mucha más acogida ha tenido la ampliación del
recorrido de la línea 39. Desde hace casi tres meses, los autobuses
circulan los días laborables por el interior del polígono industrial
Carretera Amarilla. "A nosotros nos viene bien porque los clientes
pueden volver en autobús después de dejar su coche en el taller, algo
más barato que llamar a un taxi", comenta uno de los trabajadores de un
taller de neumáticos.
Sólo cinco personas viajan en el 39 en otra prueba
realizada sobre las dos de la tarde y, sin embargo, el parque
empresarial está lleno de coches aparcados, algunos incluso mal
estacionados, y el tráfico se intensifica conforme avanza la mañana. El
autobús atraviesa el polígono y sólo una mujer hace uso del servicio en
esta zona.
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