DETECTAN IRREGULARIDAAD EN LAS INSTALACIONES Y CUIDADO DE ANIMALES DE UNA RESIDENCIA CANINA MALAGA HOY
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En uno de los habitáculos, de tan solo diez metros cuadrados, contabilizaron hasta 17 perros
Efectivos del Grupo de Protección de la Naturaleza (Grupona) de la Policía Local de Málaga, a raíz de una denuncia de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas, han inspeccionado una residencia canina y denunciado al titular
de la misma por la comisión de varias infracciones relacionadas con las
condiciones en las que se encontraban las instalaciones, así como
algunos de los animales que se albergaban en ellas.
La investigación comenzó en el mes de septiembre, cuando
varias unidades del mencionado Grupo de Policía Judicial procedieron a
personarse en el establecimiento, situado en el diseminado Picadero La Ermita, entrevistándose con el encargado y procediendo a inspeccionar las instalaciones junto al mismo.
Así, una vez dentro, los agentes observaron que había animales
sueltos en el recinto, concretamente cinco perros de diversas razas,
careciendo todos ellos de sus respectivos microchips. Ante
ello, el encargado manifestó desconocer su propiedad, por lo que se dio
aviso a los Servicios del Centro Zoosanitario Municipal para proceder a
su retirada, según ha informado la Policía Local a través de un
comunicado.
Los policías locales pudieron comprobar que existían un total de 283
habitáculos o perreras ubicados en 12 módulos, no pudiendo acceder a su
interior debido a que se encontraban cerradas con candado o cerradura
y el encargado no poseía llaves de las mismas, manifestando que solo
las tenían los propietarios, por lo que los agentes solo pudieron ver la
mayoría de ellas desde el exterior, por su parte trasera, y anotando el
número de animales y la especie a la que pertenecían cada uno de ellos.
En algunas de las perreras había un número elevado de animales, con hasta 17 perros en un habitáculo de diez metros cuadrados
y en otras desde distintas especies de aves, como canarios, jilgueros,
gallos de pelea, y gallinas, hasta cerdos vietnamitas, hurones, gatos o
perros potencialmente peligrosos.
De igual modo, los agentes pudieron advertir como en el interior de algunas de las perreras había perros atados con correa corta a punto fijo, careciendo de luz artificialy siendo escasa la luz natural
de la que disfrutaban, ya que las perreras se encontraban medio
tapiadas o cerradas con persianas, tableros o chapas, resultando
prácticamente imposible ver con claridad a los animales que se
albergaban en ellas.
Por los hechos, los policías
locales llevaron a cabo las comprobaciones oportunas para identificar a
los propietarios que tenían arrendadas las perreras, dándole prioridad a
aquellas en las que se había detectado algún tipo de irregularidad,
pudiendo comprobar que el libro de registro no había sido actualizado desde hacía años.
Además, los agentes contactaron telefónicamente con algunos de los arrendatarios, acudiendo junto a los mismos a la residencia canina y denunciando
a tres de ellos por motivos tales como no haber llevado a cabo las
vacunas obligatorias, no presentar cartillas sanitarias o carecer
algunos de los animales de microchip identificativo.
Asimismo, días más tarde, se personó en dependencias del Grupona un hombre, que tras aportar carné profesional de veterinario,
manifestó de forma libre y espontánea ser el administrador de la
sociedad titular de la residencia canina y encargado del control
sanitario y supervisión de los animales en ella alojados.
También reconoció ser consciente del estado en el que se encontraban las instalaciones
y los animales, encontrándose en algunos casos hacinados, no pudiendo
llevar a cabo ninguna tarea de mantenimiento ni reforma por motivos
económicos, ya que el centro no generaba los beneficios suficientes para ello.
El
encargado presentó la documentación correspondiente. En concreto, el
seguro de responsabilidad civil, seguro de daños a terceros y documentos
expedidos por el Centro Ambiental de Málaga Los Ruices (Limasa) sobre
vertidos orgánicos realizados, aportando el último recibo con fecha de
abril del año en curso.
Los agentes continúan inspeccionando junto a sus arrendatarios
algunas de las perreras y corrigiendo las infracciones que
eventualmente se detectan por vulnerar la normativa vigente sobre
protección y bienestar animal, aunque hay que recalcar que en la mayoría de los casos tanto los animales como la documentación de los mismos se encuentran en regla.
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