La Alpujarra cuenta con abundantes manantiales procedentes de Sierra Nevada. No obstante estos no son muy caudalosos sino mas bien irregulares. Las fuentes surten de agua todo el año pero durante el verano ven mermada su capacidad hídrica. No hay pueblo que no presuma de sus aguas desde Lanjarón a Berchules, de Nechite a Cañar.,
Un elemento muy singular, y a la vez , e pintoresco de la comarca es la existencia de fuentes ferruginosas o de hierro. Son las populares fuentes agrias así llamadas por el sabor picante que deja en la boca al beber sus aguas.
Estos se debe al gas carbónico que arrastra el agua que al circular por zonas profundas diluye ciertos minerales, en especial hierro y se impregna de ese sabor característico además de dejar un típico color amarillento en la piedra.
Fuente agria de Portugos, Válor o Capileira y la fuente de la gaseosa de Ferreirola son solos algunos de este tipo de manantiales en las que no falta que acude a beber en busca de sus propiedades medicinales.
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